Incluso las bestias tienen sentimientos

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Cerró ambas manos haciendo que sus nudillos parecieran completamente blanco, no viendo nada más que oscuridad cuando Wyndham lo había tomado tras la misión para sacarle más sangre y estudiar sobre la misma en lo que el profesor había denominado Génesis, el comienzo de la raza humana para una evolución que los pudiera colocar por encima en la cadena alimenticia, quitando a un lado a los mutantes y a los inhumanos, con quienes compartían la Tierra y algo que Hydra no había ni podía permitir. Para Hydra, cualquiera lejos de sus garras, no era nada más que algo que aplastar.

X-9 no sabía exactamente cómo actuar con los humanos, habiendo pasado fuera de su cápsula exactamente tres meses solamente con el contacto de su equipo y los altos cargos de Hydra, quienes estaban interesados mucho más en su ADN que en su bienestar. Era una herramienta al servicio de Hydra. Solo era un campeón de la organización terrorista, carne humana con la que crear un ejército.

Y a pesar de que Whitehall o Wyndham no lo creían, él lo había comprendido solamente con ver como lo usaban, como sus acciones causaban dolor en otras personas y no llegaba a comprender el porqué de ese sufrimiento. Solamente estaba cumpliendo con los objetivos puestos sobre él, creando y dando ganancias a Hydra y solo sirviendo a su propósito.

Whitehall lo usaba como su soldado de asalto perfecto, recreando una copia del Capitán América, a quien enfrentó en Nueva York hacía una semana exacta, luchando, usando los mismos métodos con el escudo. E incluso había visto su parecido al propio Steve Rogers cundo conectó sus ojos sobre los del capitán, siendo apagada la incertidumbre y la confusión con su propia rabia e instintos salvajes, los cuales mandaron todo lo demás hacia abajo cuando luchó, guiándose por los instintos, moviendo su cuerpo para luchar contra Rogers y derribarlo.

Había querido tomarlo con calma, un luchador de cabeza fría. Pero sin saberlo, sintió la sangre hervir bajo su piel, sus instintos completamente a flor empujándolo para matar al vengador. Y lo habría hecho si el rayo de energía de Iron Man no lo hubiera derribado.

—Bueno, al parecer tu regeneración hizo fallar el movimiento del Hombre de Acero—Wyndham declaró, retirando el caso del mutante super soldado, sonriendo ligeramente con orgullo por la evolución del Arma X. No había sido el que lo creó. Todo el mérito recaería sobre Whitehall. Sin embargo, fue el causante del crecimiento del espécimen, así como la clonación del mismo. Si, Wyndham había tomado la sangre del Arma X y había recreado el Escuadrón Alpha con copias de X-9, lo que él denominó Escuadrón X. Todavía seguían en criogenización, esperando a que fueran completamente maduros. Pero era sorprendente como Wyndham había logrado crear más copias de X-9 solamente con sangre, nada más. Tomó varios óvulos y espermatozoides de otros pacientes para crear lo que él había llamado feto perfecto, y usando la sangre logró crear los clones―. Con la sangre obtenida de Banner, podríamos intentar recrearlo uniéndola a tu propia sangre, juntar ambos ADN en uno solo, más fuerte.

Wyndham apartó el casco, observando el rostro calmado del mutante, como estaba completamente quieto, sin vida en sus ojos, conectado a las agujas que habían retirado aun más sangre. La piel del Arma X se había vuelto más pálida.

X-9 tomó las agujas con una mano, mirándolas de forma despectiva, observando después la espalda del profesor. Tiró fuertemente y el sonido del goteo atrajo la mirada del hombre, quien se giró y encontró una mano sobre él, empujándolo hacia abajo por la garganta.

―...

―¿Q-qué?―Wyndham intentó hablar, tropezando con su propia lengua. El profesor jadeó al sentir el fuerte agarre del Arma X, como estaba por destrozarle la garganta.

X-9 deslizó la mano y tomó el vial con la sangre de Bruce Banner. Vio el nombre, como era de un color rojo oscuro, casi negro.

Crack

Arma XWhere stories live. Discover now