Realidad

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Comer un churro. Algo que la gente solía hacer como algo normal, era lo que X-9 estaba descubriendo con casi dieciséis años, pasando quince de ellos encerrado en una incubadora criogénica que lo formó y los meses siguientes siendo una herramienta para Hydra. Ahora estaba en lo que Wade llamaba vacaciones bien merecidas, tomando un churro por primera vez en mucho tiempo, tomando en cuenta que estuvo fuera del mundo por quince años, entrando en contacto con los vivos después de que Whitehall lo sacara finalmente de la criogenización.

Principalmente había seguido sus instintos cuando vio al hombre y sus hombres, queriendo matarlos. Pero las palabras de Whitehall lo habían golpeado mentalmente y se había dejado llevar, no dándose cuenta totalmente de lo que hacía. Cuando entraba en modo depredador, todo se volvía rojo para él, dejándose llevar por los simples instintos animales que Hydra parecía estimular usando las frases de Whitehall.

X-9 había vuelto en sí varias veces en el cuarto-zulo que le habían asignado, con las manos manchadas de sangre y sintiendo remordimientos por lo que había hecho, como si fuera un simple animal salvaje. No se arrepentía, pero el no saber porque lo hacía, lo mataba internamente y sacaba los sentimientos más profundos de él, algo que no comprendía ni sabía de donde venía, pero que le hacía parecer completamente frágil ante cualquier que lo viera.

Hydra odiaba a los frágiles.

Comprendió que ser Arma X estaba dentro de su deber para con Hydra y siguió el planing de Whitehall, a pesar de que necesitaba motivación para actuar, para lidiar con la culpa y esta nunca llegaba. Estaba solo, presionado para mejorar dentro del Proyecto Arma X de Hydra ahora controlado por Wyndham, un hombre obsesionado con la mejora de le genética humana hasta el punto de realizar experimentos en él mismo y otros agentes. Había creado seres como Chacal, un anterior profesor de universidad que había estado bajo la tutela de Wyndham, aunque este lo expulsó por su inestabilidad emocional, dejando a una bestia humanoide libre por el mundo.

Aunque Chacal había sido un fracaso a ojos de X-9, reconocía que Wyndham era alguien demasiado listo y con el fracaso, tomaría cientos de avances sobre el campo. Había tomado cada error para mejorar al Escuadrón X.

X-9 encontraba algo perturbador encontrar clones dentro de cápsulas, siendo casi copias exactas de él. Había seis en total: X-10, X-11, X-12, X-13, X-14 y X-15, aunque Wyndham los había llamado Alfa, Beta, Omega, Gamma, Épsilon y Génesis siendo este en el que más empeñó puso y siendo el único con aspecto femenino. Todos los demás eran varones, copias de él. Incluso la femenina Génesis, tenía un ligero parecido con él.

―...entonces es cuando tomé el collar que anulaba mi Gen X artificial para que el gordito destructor no creara caos y Cable lo dejara vivo―habló Deadpool, dando un mordisco a su churro. X-9 volvió en si, mirando su propio churro y dando un bocado, encontrando eso como algo realmente bueno―. Si el viejo no me llega a dar su moneda con el cambio temporal de viaje en el tiempo, habría muerto completamente. Y no quiero ver a la Muerte aún. Aunque es muy sexy, tío. Es muy empotrable.

X-9 enarcó la ceja derecha, encontrando las palabras del mutante mercenario como extrañas. Dio un encogimiento de hombros, masticando nuevamente su churro, disfrutando del dulce mientras masticaba.

¿Aquel era el mundo caótico que Hydra quería tomar? Desde que Dopinder los había dejado para tomar los churros, donde Deadpool se hizo fotos con diversos fans y seguidores, se había dado cuenta de que la gente no era mala ni necesitaba una mejora de ADN para ser leales hacia Hydra. La lealtad se tomaba con acciones y no por control.

―¿De verdad le metiste un cable en el culo a ese tipo con la campana de metal en la cabeza?―deslizó la pregunta X-9, mordiendo nuevamente su churro, haciéndolo algo más pequeño que antes. Sus dientes masticaban, triturando el trozo del dulce con las muelas.

Arma XWhere stories live. Discover now