Capítulo 15.

324K 33.1K 132K
                                    

Meses después.

En estos meses Vanir y yo hemos estado más cerca que nunca. Hemos discutido, reconciliado, distanciado, dormido juntos, gritarnos, profesarnos amor y un montón de cosas más.

El primer mes fue casi idílico. Parecía que no podíamos estar separados por mucho tiempo.
Tuvimos largas conversaciones en la madrugada, noches de pasión consumadas, secretos relevados, besos inagotables y apoyo incondicional.

Le he abierto mi corazón casi por completo. Le he permitido conocer mis miedos, anhelos, metas. Le he confesado mis ansias por asesinar a Silas y ella ha respaldado esa decisión.

Tanta es la confianza que le he brindado para que escudriñe mi alma que me ha pedido en múltiples ocasiones que le cante como una vez le dije que lo hacía, cosa a la cual me he negado rotundamente. No abriré la boca para hacer tal acto, jamás.

Vanir parece encajar en mi vida a la perfección. No puedo mencionar cosas que me molesten de ella pues todo es increíble, salvo su devoción completa a mi. Parece que si hoy digo que el cielo es verde ella así lo aceptará.
Es como si mis palabras fuera una ley que no se atreve a desobedecer, lo cual suele ser muy frustrante, tanto así que comenzó a vestirse solo con los colores de mi preferencia; Al principio me parecía un gesto admirable pero luego comenzó a ser agotador.

Los meses siguientes han hecho que los guardias se acostumbren a su presencia y el pueblo suspire estúpidamente al vernos juntos. Los habitantes la adoran y la proclaman como su próxima reina.

El 15 de agosto tuvimos una fuerte pelea, debido al viaje que hice a Mishnock para asistir a una reunión que Stefan había programado para conmigo, y por ello no pude pasar todo el día junto a ella celebrando su cumpleaños como lo habíamos planeado.

Fui difícil arreglar la situación, pero al final comprendió que los asuntos del reino son lo más importante para mi. Sin embargo le hice pasar una excepcional noche de celebración donde accedí a hacer lo que todo lo que ella quisiera.

Luego de eso, hubo casi un mes entero en el cual no nos dirigimos la palabra y la discusión surgió porque me exigió alejarme de Gretta, cosa que jamás aceptaré. Nadie va a llegar a ponerme condiciones sobre con quien debo relacionarme, por ello cuando le deje claro que no tenía ningún derecho a exigirme nada, tomo una actitud caprichosa que yo no pensaba alentar y se alejo de mi, esperando que fuera en su búsqueda.
Así que cuando se dio cuenta que yo no daría mi brazo a torcer, retomamos la relación solo cuando recapacito y vino al palacio con las ideas claras.

Creo que el intentar hacerla feliz le hizo creer que le rogaría para que no se enojará conmigo.
Pero si de algo estoy seguro es de que yo nunca caería tan bajo para rogarle a alguien de esa manera.

Por otra parte y después de la noche en la que le dejé las cosas claras a Lerentia, fui en busca de Gregorie quien aún estaba reacio a recibirme.
Aún podía ver el dolor en su mirada y el rechazo que mi presencia le causaba, sin embargo ya se encontraba más reconfortado. Sé que había sufrido mucho después que Lerentia lo desecho como si no valiera nada, por lo que me alegró verlo más tranquilo.

Gregorie no podría creer que hubiese hecho algo así contra la princesa Wifantere y aunque nunca lo dijo sé que estaba agradecido por la venganza.

Nuestra relación se ha ido recuperando día tras día y hasta el momento puedo concluir que nos encontramos como si nada hubiese pasado.

A comienzos de septiembre viajamos a Dinhestown para ambientar el castillo según mis preferencias y ajustar todos aquellos asuntos que aún no se habían concretado.

El corazón del Rey. [Rey 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora