Capítulo 40

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Dos años después


Ethan estaba nervioso pero feliz, estaba de pie haciendo cola tras otros alumnos de su misma promoción.

Era su graduación en la Universidad, e iba a recibir su título. Debía reconocer que hubo un tiempo en el que pensó no sería capaz de lograrlo, habían pasado tantas cosas en su vida. Tanto él como John habían salido adelante con fuerza de voluntad, y de esa aún tenía suficiente.

La chica delante de él dio un paso y él automáticamente la siguió, aún no podía ver las gradas del auditorio, donde se celebraba la entrega de los títulos.

Estaba deseando poder asomarse y echar un vistazo, allí sentados estaban todas las personas importantes de su vida.

Solo dos personas más y estaría sobre el escenario. Alisó su túnica oscura, echó la vista atrás y vio a David, varias decenas de personas tras él con el resto de alumnos de Derecho.

Este le sonrió y le guiñó un ojo, John y David habían vuelto a Londres hacía casi dos años; nadie le había querido contar demasiado de los motivos por los que John ya no estaba vinculado a los rusos.

Pero a veces, por experiencia, sabía que era mejor no preguntar. Si todo estaba bien con ellos, también lo estaba para él.

Una pequeña parte de él temía aquella relación, no por sí misma, sino por las consecuencias que podría traer si algo iba mal. Pero solo había que ver a John y David juntos para darse cuenta de que la relación de ambos era realmente fuerte.

A veces dejaban ver más de lo que un hermano menor quisiera ver, pero habían llegado a rebajar el nivel de intensidad.

Más o menos.

Por suerte, Ethan no había tenido necesidad de volver a estar viviendo bajo el mismo techo que ellos.

Otro paso más, y ya veía el escenario.

Dos años, y podía decir que habían sido los más felices de su vida. Había dejado aparcado el miedo y había sido recompensado con más felicidad de la que había creído poder llegar a sentir.

Escuchó su nombre, había llegado el momento, dio los pasos que le llevaron ante la mesa donde el rector y diferentes decanos hacían entrega de los títulos.

Delante de ellos, los alumnos que ya habían sido llamados tomaban asiento, detrás de ellos sus familiares. Cuando tuvo el diploma que le acreditaba como graduado en Química emuló el gesto como todos, alzando su brazo derecho con el papel.

Los gritos entre los aplausos desde las gradas guiaron su mirada hasta donde su familia se encontraba.

John, Nikolai, Lucas, Richard y Samuel.

Samuel que aplaudía con la sonrisa más orgullosa del mundo, una que hizo sonrojar a Ethan.

La ceremonia fue larga, demasiado para su gusto, que estaba deseando llegar hasta ellos.

Los brazos de David fueron los primeros que le abrazaron aún entre todo el remolino de túnicas y risas.

—Lo logramos, Ethan—le dijo radiante.

No tardó en estar entre los brazos de Lucas, el rubio había comenzado a ser menos rígido y sabía que mucho de eso se debía a Richard, su marido.

La ceremonia que habían celebrado le dejó a Ethan, que nunca había soñado con ese tipo de cosas, un gusto acaramelado en la boca.

Samuel le había mirado toda la noche con unos ojos soñadores, pero se había contenido de hacer promesas y peticiones demasiado tempranas para el estadio de su relación, y Ethan se lo había agradecido.

Sugardaddy: Londres (I)Место, где живут истории. Откройте их для себя