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BeomGyu era el chico solitario que prefería la noche a las mañanas.

Probablemente porque el clima era frío y no te molestaba aquellos rayos solares.

Cómo bien, quería saber administrar correctamente aquella librería interrumpió sus estudios a la literatura para comenzar con algo diferente. Como el comercio y el manejo a empresas. Administración.

Realmente odiaba la mayoría de las clases, no se sentía lo suficientemente capaz para llegar a ser una persona de ese tipo.

Así que debido a sus anhelos y deseos caminó al campus de literatura de su misma universidad y se adentró a uno de los edificios. Donde caminaba recordando el poco tiempo que estuvo ahí.

-¡BeomGyu!.-Gritó un profesor acercándose a este sujeto.-Tanto tiempo sin verte. Eras el mejor de la clase. ¿Has venido a cambiarte de especialidad?

-Lo siento profesor Park, por más que quiera no puedo.

-Mmm... Que mal, espero y tengas éxito en tus clases. Tendrías competencia si te cambiabas.

-¿Competencia? ¿Hay alguien más inteligente que yo en el arte de las letras?.

-Por supuesto, ya a su corta edad, sacó tres libros.

¿Cómo es posible? Se preguntó aquel que comenzaba a ponerse celoso de qué alguien más ocupará su puesto. Por lo cual colocó sus manos en forma de puños y apretó fuertemente.

-¿Quién es?.

-Kang TaeHyun.

Ese nombre. Él lo recordaba por lo cual se sorprendió y se llenó de odio por su ser egoísta que no permitía que alguien ocupará su puesto. De ser el alumno favorito.

-Es apuesto y siempre está rodeado de sus fanáticas. Además de que es agradable y... ¿Beom?

El profesor guardó silencio en el momento que aquel de cabellos negros se diera la vuelta para salir de aquel lugar.
No quería pensar en aquel escritor, que se decía que era bueno.

Balbuceando disparates, estando enfurecido, se había alejado de aquel sitio. Aún con sus manos en puño. Siendo un completo rezongón que va refunfuñando sin vergüenza.

Debido a que se había dejado llevar por sus malos pensamientos y emociones negativas. No observó que había un escalón y este terminó tropezando, estando a punto de caerse. Sin embargo, sintió unas manos con dedos largos tocar su espalda, provocando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.
Dónde recién se había regado el césped, por lo cual había barro y terminó con sus ropas mojadas y sucias.

-¿Estás bien?.-Una voz muy amigable se escuchó.

Aquel que estaba en el suelo levantó su mirada observando al chico que le ofrecía su mano para levantarse, y así mismo cargaba una sonrisa adorable.

BeomGyu reconoció al instante que aquel misterioso chico se trataba de la persona a la que tanto aludían. Por lo cual tomó con sus manos un poco de barro y lo lanzó al pecho del sujeto que ofrecía su ayuda.

-Idiota.-Expresó en el momento que realizaba el impacto.

TaeHyun se había sorprendido ante aquel acto, pues iba de camisa blanca y llevaba unos jeans ajustados junto a sus converse del mismo color que su camisa.

-¿Disculpa? Solo venía a ofrecerte mi ayuda.

-No la necesito.-Dispuesto a ponerse en pie, BeomGyu trató de colocarse correctamente sobre sus piernas. Sin embargo el barro era realmente resbaloso que terminó volviéndose a caer en el mismo sitio.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora