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-¿Qué?.

-Tus labios...-SeoYoung acercaba su rostro mirando a un sujeto peli negro.-¡AH ERES TU LA PAREJA DE...!

Ahora no había sido una mano quien la calló, sino que fueron dos. Pertenecientes de BeomGyu y TaeHyun.

Ella quería explotar de emoción al saber que esos dos ocultaban una relación.

-¿Y por qué no me permiten gritarlo?, así las envidiosas dejarían de estar acusandome.

-Eso es asunto nuestro. ¿De acuerdo?.

En efecto, después de aquella rutina de besos de treinta minutos. Habían quedado que no se diría ninguna palabra sobre ello. Pues se suponía que BeomGyu estaba en una relación con una chica extranjera. Y no quería quedar mal. Así que se decidió en ir a hablar con ella del tema. Y una vez que todo se aclarara podrían hacer pública su relación.

Al finalizar sus clases, ambos se dirigieron rumbo a la librería de Choi.  Justo saliendo de la zona escolar, aquella dupla había sostenido de sus manos, como si fueran una feliz pareja romántica.

Su camino iba lleno de pláticas, chistes y lo más importante... Sonrisas. Ambos cargaban  con una ya que estaban felices con el otro.

Al llegar al sitio de trabajo, BeomGyu se dispuso a organizar algunos libros, mientras su compañero se encargaba de atender.
En sus tiempos libres juntos se ponían a realizar sus deberes escolares.
Pero llegaba el momento donde debían de comer.  Así que TaeHyun se ofreció en ir en búsqueda de comida, mientras Choi se encargaba de la tienda.

Al estar el peli negro sólo soltó un suspiro y habló para él mismo ya que no había nadie más.

-Ya no tengo el deseo de matarte. Ahora quiero que estés conmigo para siempre y que no desaparezcas.-Otro suspiro se unió mientras veía en su celular una fotografía que tenía de ambos. Sabía lo que se sentía estar enamorado.

Escuchó que las puertas se habían abierto. Era una chica castaña que se adentró a la librería.

-BeomGyu...-Susurró. Y justo cuando lo vio partió en llanto corriendo a abrazarlo.-Estuve tan preocupada por ti, tu madre me llamó en la noche. Dijo que habías desaparecido. ¡Me alegra que estés bien! ¿No te pasó nada grave cierto?

-Hitomi...-Lamio sus propios labios en señal de que estaba nervioso. Pues tenía tanto tiempo en que no veía a la chica. Y de verdad le incomodaba su presencia.-No debes preocuparte por mí.

-¡¿QUÉ?! ¿Cómo te atreves a decir eso?. ¡Estuve llorando toda la noche porque estaba preocupada por ti!. ¡También te llamé al teléfono y nunca me contestaste!.-Rápidamente ella se separó y sin fuerzas comenzó a golpear el pecho del sujeto mientras lloraba.-Eres mi novio ¿por qué no estaría preocupado por ti?.

-No te amo.

Soltó tan inesperado. Provocando que Hitomi aumentará el llanto. Sus piernas se debilitaron y cayó al suelo. Llena de lágrimas lo miró a los ojos.

-Be...beom...

La chica no podía hablar más, estaba tan destrozada internamente. Sus lágrimas caían como la cascada Salto del Ángel de Venezuela.

-Ya oíste. Esa es la verdad. Así que deja de hacerte falsas esperanzas que yo a ti nunca te ame.

-Esas no son las palabras correctas...-Intervino una voz.

-¿Papá?.

El hombre se acercó a la mujer y le ayudó a ponerse de pie. Había sido bastante complicado.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora