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El día nuevo había estado a sus pies. La mañana como siempre era de lo más abrumadora y aburrida para aquel sujeto.
Ahora estaba realmente dispuesto a irse en contra de aquel famoso escritor.
Una vez que salió de sus estudios corrió al área de literatura, sumergiéndose dentro de aquel edificio que antiguamente había iba a diario por ahí.

Al llegar buscó por todas las aulas a TaeHyun. Estaba furibundo, cansado de tanto buscar.
En el momento que se sentía fatigado y rendido, decidió comprar un refresco de aquella máquina expendedora que se encontraba en el edificio.
Dejó su espalda recargada en la pared a lado de la máquina. Y soltó un suspiro para después beber de su refresco sabor toronja.

-No bromeo. ¡Obtuve la calificación más alta!. Todo gracias a ti.

-No tienes que agradecerme nada.-Respondía un sujeto castaño meneando los cabellos de una chica.

Ambos salían de un aula. Y aquella dupla pasó en seguida de aquel extenuante.

-Mi cortometraje fue el mejor de la clase. ¡A todos les gustó!.

BeomGyu al escuchar aquella palabra y ver al sujeto que tanto buscaba. Se apresuró en beber de golpe su refresco para después depositar la lata de aluminio en algún cesto de basura y seguir sigilosamente como un gato. A aquel dúo.

Trataba de no verse obvio para los ojos de los chicos. Pero realmente era difícil. Ya que la chica se la pasaba de un lado a otro brincando o hablando con voz muy alta. De verdad era un fastidio aquella.

-¡BeomGyu!.-Escuchó a una chica que corría a abrazarle.-¿Por qué sigues a TaeHyun?.

-¿Acaso todas las mujeres hablan con voz alta siempre?.-Preguntó irritado, puesto que aquella dupla que seguía se había detenido para mirar al sujeto que se dejaba abrazar por su novia.

-No siempre.-Respondió muy alegre.

-¿Qué haces en mi universidad? Tu no estudias aquí.

-Lo sé. Vine a verte y de paso tenía que entrar algunas cosas a TaeHyun.

El mencionado al escuchar aquello se acercó y mostrando rigor, miró al sujeto peli negro.

-Soy SeoYoung, un gusto.-Habló aquella sonriente haciendo una reverencia. Hitomi le sonrió y de igual manera se presentó.

Abrió aquel portafolio que traía y sacando unos cuantos papeles se los entregó a aquel escritor.

Los dos hombres que estaban presentes no dejaban de mirarse entre sí.

-¿Sucedió algo entre ustedes dos?.-Preguntó Hitomi al ver que ambos mostraban antipatía por el otro.

-No, gracias por los documentos. ¿Nos vamos Seo?.-La chica asintió contenta entrelazando brazos con el sujeto.

-Me alegra que tenga novia. Ya le hacía falta.-Reía Hitomi mirando a su "novio".

-En realidad. Nos peleamos.-La castaña al escuchar aquello abrió enormemente sus ojos asustada.-No fue a golpes descuida. Pero... Realmente me siento muy arrepentido de eso. ¿Qué tengo que hacer para que me perdone?.

-Depende. ¿Cuál fue el motivo?.

BeomGyu no diría la verdad a esa pregunta, por lo cual solo quedó en silencio y le tomó la mano a la chica, entrelazando la ambos.

-Dejemos ese tema a lado, vamos a comer ¿si?.-La chica asintió y ambos caminaron de esa forma a un restaurante nada formal, cerca de la librería.

-Supongo que, pediremos para llevar. ¿No?. Tienes que abrir la tienda.

-No me importa ¿si?. Quiero pasar tiempo contigo.-En un romance real, aquel sujeto estaría sonriendo. Sin embargo no lo hizo. Pero a aquella mujer le había fascinado aquellas palabras.

Mientras que aquellos dos disfrutaban de unos sándwiches, el escritor con su acompañante se dirigirán a aquella editorial.

-Tae...no quiero asustarte, pero al estar a lado de aquel amigo tuyo, sentí una energía negativa. Algo no me gustó.-Normalmente aquella chica estaba dispuesta a las bromas y juegos, pero en esta ocasión hablaba seriamente diciendo toda la verdad que sentía.

-¿energía negativa?.

-Sí, ya sabes, sentí que estar a su lado no es una buena presencia.

-¿Es en serio todo lo que me estás diciendo?.

-¡Lo es!, escucha TaeHyun, tu eres mi amigo. Me gustaría que estés bien y que nada malo te pasara por juntarte con aquel sujeto. No es bueno.

-¿Y tu cómo sabes todas aquellas cosas?.

-Yo creo en mí misma.-TaeHyun en ningún momento se rió, pues estaba seguro de que aquella chica decía la verdad. Pues su voz sonaba muy firme. No estaba para bromas.

No está jugando, ¿será cierto aquello de las malas vibras?
Pensó en un instante TaeHyun.

Al llegar a su destino, la chica debía de despedirse, pero debido a la preocupación que tenía hacía su amigo, se negaba a dejarlo solo.

-Me prometes, ¿no juntarte mucho con él?.

TaeHyun recordó aquella discusión y simplemente asintió con una sonrisa. Ambos se despidieron y la mujer se fue.

Se había quedado demasiado pensativo desde aquel día.

Exactamente una semana había transcurrido en donde ninguno de los dos se había visto.

BeomGyu se encontraba corriendo, iba a toda prisa, puesto que llegaba tarde a su clase y ese día tenía exposición grupal. Como buen chico. Él era el encargado de llevar la memoria USB donde se encontraba el archivo.

Se había quedado dormido, así que llevaba en mano su café en un termo (para que no se escurriera ni derramara).

Antes de llegar a su aula, tropezó con el pie de algún sujeto. Al levantar la mirada observó a TaeHyun que le miraba aún de forma seria.

-Tu...

-Idiota.

Ambos se volvieron a mirar de manera retadora y BeomGyu entró a su sitio de trabajo para no seguir perdiendo el tiempo. Por suerte todo estuvo bien, excepto que en ocasiones se ponía nervioso al estar frente a toda la clase y olvidaba lo que tenía que decir, por lo que no le quedaba de otra, mas que leer.

Mientras otro equipo se dedicaba a exponer su tema, había recibido un mensaje, por lo que se decidió a verlo de manera discreta.

"Tendremos una cita doble. En cuanto salgas te quiero en esta dirección"

Aquel mensaje era proveniente de aquel nuevo amigo suyo que se había hecho, SooBin. Quien en otro mensaje le había mandado la dirección de una cafetería cercana al sitio.

-¿Cita doble? ¿Con quién?.-Susurró para sí mismo.

Era su última clase, por lo que de verdad estaba tan intrigado.

En el momento que logró salir, levantó su vista buscando a aquel chico que le había puesto el pie al caminar. Pero no lo encontraba, así que soltó un bufido y se dirigió al sitio donde le citaban.

En cuanto llegó se quedó totalmente perplejo.

-¿Tú?.


Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Where stories live. Discover now