38

98 18 0
                                    

Los llantos, las lágrimas y el dolor que uno expresa. Son terribles, lo peor es que en muchos casos, no sabes como eliminar aquellos sentimientos negativos.

Hitomi, se sentía de aquella manera.

Después de llegar a su casa, lanzó sus zapatos y desgarró sus ropas. De verdad se sentía devastada, destruida, arrasada. No paraban de salir aquellas lágrimas de sus ojos. Así mismo, el sudor de tanto correr la invadió a todo su cuerpo.

Una vez que estuvo desnuda por completo. Se tiró al suelo a continuar llorando, destrozó cada fotografía y recuerdo que tenía con aquellos amigos que tuvo en su infancia.
Gracias a esa acción, le ayudó a desestresarse y comenzaba a calmarse poco a poco.

Se sentía miserable, abatida, desgraciada. Una completa idiota. Ya no quería nada, no se sentía con la suficiente voluntad para soportar andar cargando con el gran peso que es la vida.

Su cabeza comenzó a dolerle por tanto que había llorado. Sin pensarlo caminó lentamente a su baño y viendo la bañera, decidió abrirla. Esperando a que esta se llenara.

Caminó lentamente a su habitación dándose cuenta que ella comenzaba a cultivar bellas floras. Tomó una de ellas llamadas dedalera y las llevó a la tina.
Flemáticamente se adentraba a la bañera, colocando pie por pie. Una vez dentro tomó una de las flores comenzando a destrozar pétalo por pétalo y dejar que cayeran al agua. Así hizo con cada una.

A ella le gustaba decorar con velas aromáticas, por lo cual contaba con un encendedor en el baño. Sin embargo debido a sus tristezas lo encendió y permaneció en silencio mirando el fuego.

-Quisiera que esta agua fuera etanol.-Dicho aquello, dejó caer el encendedor.

Y con su última flor de aquella rama (que había traído anteriormente). Decidió llevársela a su boca. Pues aquella flor púrpura podría ser hermosa por fuera, sin embargo adentro estaba destrozada. Al igual que ella.
Igual que leyó en un libro e incluso  Internet lo confirmó. Era que, si comías una de ellas tendrías problemas cardíacos.

"Eres una tonta, te enamoraste de la persona que sacrificó tu vida por él"

Había una voz. Le pertenecía a una mujer. Sonaba cómo una anciana, que se burlaba de Hitomi a cada segundo. Aquello la motivaba a la desesperación.

-Beom... BeomGyu.

Soltó en un gemido, seguido de gritos de desesperación y de dolor. Veía como fuego salía del agua, al igual de que su corazón pedía ayuda.

No había más escapatoria. Simplemente la muerte.

°

TaeHyun y Beomgyu lograron llegar a tiempo a el sitio en donde aquella extranjera vivía.

-¿Choi BeomGyu? Y ¿Kang TaeHyun?. Quisiéramos hacerle unas preguntas.-Habló un oficial que portaba unos guantes de látex especiales.

Los retiró lentamente y los tiró al cesto de basura. Así mismo se dirigían a un sitio lejos de la investigación.

-Está mañana el cuerpo de la chica fue encontrado gracias a la mujer que cobra la renta de este sitio. Ella confirma que se trata de Honda Hitomi. Sus padres vinieron desde Japón a reconocer el cuerpo y aunque fue difícil. Lograron descifrar que se trataba de su hija. Revisando la escena del crimen logramos detectar unas fotografías rotas. Con ustedes en ellas. Sus padres fueron quienes nos dieron sus nombres. ¿Saben el motivo por cual se suicidó?.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Where stories live. Discover now