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El sonido de unos pasos provocados por unas zapatillas o tacones de unos cinco centímetros de alto, se aproximaba a la puerta de los Choi, y con junto a el sonido de un golpe a la puerta. Quien estaba a cargo de abrir era TaeHyun. Pues era el único que podía ir.
Así que se decidió en ir.
Sin esperarse lo que encontró del lado de esta.

-Hijo. Que sorpresa encontrarte aquí. Anda toma tus cosas y Vámonos ahora mismo.

-¿Qué haces aquí mamá?.

-Vengo a llevarte al aeropuerto.

-¿Cómo sabías en donde encontrarme?.-La mujer abrió la boca, en cuanto fue interrumpida por varias voces.

La vecina despidiéndose de la señora Choi y de su hijo.
Cuando la vecina cerró su puerta. Ambas mujeres se quedaron mirándose entre sí.

BeomGyu reconocía a la mujer de ropas ocre. Casualmente era la mujer que acompañaba a su madre cuando ambas estaban embarazadas. Por lo cual indicaba que TaeHyun verdaderamente era aquel otro chico, con el cual estaba en persecución en su otra vida. Sabía que estaba cien por ciento confirmado. Ahora más que nada debía cumplir su promesa con SooBin y ayudarle en su venganza.

-Chae. Que gusto es volver a verte.-Habló la señora Choi por primera vez tratando de romper el hielo.

-Quisiera decir lo mismo de ti...

-Disculpa pero. ¿Qué haces en mí casa?. ¿TaeHyun, tu la trajiste aquí?.

Aquel castaño justo iba a responder, cuando su madre colocó su dedo índice en los labios de su hijo para que no hablara. Y esta logrará decir sus palabras.

-No necesito invitación de nadie. Se perfectamente a donde voy.

BeomGyu colocaba toda la atención, pues le costaba creer que aquellas mujeres mostrarán tanto odio, si en algún momento fueron como mejores amigas.

-Perfecto. Entonces te invito a retirarte. Por favor.

-Tssk, tu no me dices que hacer. Anda Tae, Vámonos.

-Ya les dije que no me iré.-La mujer tomó la muñeca de su hijo indicándole que partirán. Sin embargo BeomGyu se interpuso.

-Sí él dice que no, es no.

-Escucha niñito. Es mi hijo, por lo tanto yo tengo el poder de controlar todo lo relacionado con él. Anda Tae. No soporto ni un segundo más con esta gentusa.

-Chae... Me gustaría invitarte a tomar café en mi departamento. Considero que debemos de hablar. Nuestros hijos ya no son infantes, pueden tomar sus propias responsabilidades y saber decidir lo que quieren.-En el momento que la señora Choi habló. Todos quedaron sorprendidos por sus palabras, pues a pesar de que la madre de Kang había sido bastante grosera. Le habían invitado a una taza de café.

-Es indignante que me encuentre en tu ridícula casa.-Habló aquella mujer estando sentada en el sofá de los Choi.

De verdad parecía que le importaba mucho donde se sentaba, pues lo había hecho de manera delicada y examinaba toda la casa a su alrededor, fijándose en cada detalle que esta proporcionaba.

-Por favor Chae, basta. Tu no eras así. ¿Qué es lo que ocurrió contigo?.-Hablaba acompañada de dos tazas de café en sus manos. Uno lo colocó frente a la mujer y el otro se lo quedó ella misma.

-No te incumbe eso a ti.

-Escucha, se que lo que pasó años atrás fue algo que nos cambió la vida a todos, pero ahora está arreglado aquel accidente.

Por el otro lado, detrás de una puerta, se localizaba ambos chicos. Uno estaba sentado en su propia cama, analizando con detalle en búsqueda de una solución al problema de la señora Kang.

TaeHyun por su parte lo veía, pero su cuerpo estaba pegado a la puerta. Por lo cual logró escuchar aquellas palabras que mencionó la señora Choi. Y rápidamente se dirigió frente a el sujeto con el cual se encontraba encerrado. Debía de buscar una solución para que BeomGyu no escuchara la charla que aquellas mujeres tendrían.
Así que optó por concluir con lo que realizaban en el sanitario público de de aquella estación.

El de cabellera negra, no se negó en cuanto sintió aquellos labios posarse sobre los suyos, así como tampoco le extrañó que hubiera un motivo para hacerlo, simplemente comenzó a disfrurarlo. Dejando caer su cuerpo sobre la cama. TaeHyun por su parte se aplaudía mentalmente. Estaba seguro de que gracias a sus acciones BeomGyu no se percaptaria de la charla entre aquellas dos mujeres.

-Tu hijo es una bestia. No lo quiero cerca de mi TaeHyun.-La mujer se dispuso a ponerse de pie, sin embargo la señora Choi no se lo permitió, así que habló, cuanto antes.

-BeomGyu no recuerda nada. Después de lo que sucedió y la amenaza que pusiste entre nosotros. Recurrí a un espacialista que le ayudara a olvidar el pasado. Desde aquel momento él cambió, y ahora... No conoce nada de su niñez gracias a ello, puedes estar tranquila de que tu hijo estará a salvo. Simplemente no debemos hacerle recordar.

La señorita Kang volvió a su sitio soltando un suspiro y dar una probada de aquel café. Pará después sonreír a sí misma.

-Lo preparaste como me gusta.

-Nunca lo olvidé. Eres la única persona que conozco que le gusta el café demasiado dulce.-La señora Kang permaneció en silencio, pues se había quedado sin palabras. Al darse cuenta de cómo se comportó con aquella persona.

Soltó un suspiro y habló no tan golpeado, como anteriormente había hecho.

-Solo quiero que mi hijo esté bien. Toda madre anhela eso.

-Lo entiendo. Créeme. No fue fácil aceptar aquel momento. Es decir... Tu vivías en el pent house de este edificio, una familia extranjera vivía aquí en frente de mi casa, tenían una niña. Tu hijo, el mío y aquella niña, siempre estuvieron juntos. Sin embargo, no fue nada usual encontrarse a su hijo intentando ahorcar al otro niño. Agradezco tanto que Hitomi estuviera con ellos, fue quien nos avisó. No sabemos que hubiera pasado si ella no estuviera aquí. Es por eso que estoy demasiado agradecida con ella y me da gusto que aquellos tres volvieron a juntarse.

-¿Esa niña ya regresó de Japón?.

-Así es. Se presentó como novia de BeomGyu.

-Quisiera verla. Aún no entiendo porque tu hijo trató de matar al mío. Siendo ambos infantes inocentes. Ella fue la única testigo.

-Tu te enfadaste tanto que prefiriste irte de aquí. Te mudaste, Hitomi y su familia también lo hizo. Pero antes, ella mencionó algo extraño.

Ambas mujeres guardaron silencio de inmediato, en cuanto escucharon un grito proveniente de una de las habitaciones. De la misma forma que ambas se vieron preocupadas tomaron rumbo a aquel sitio, abriendo la puerta sin avisar que entrarían.

Logrando observar a BeomGyu tirado en el suelo, mientras TaeHyun reía viéndolo. Así mismo se acercó a él con el fin de ayudarlo.

-¿Qué sucedió?.-Preguntó una de las madres presentes.

-Se cayó de la cama.-Hablaba el castaño una vez que logró poner de pie a aquel que necesitaba ayuda.-¿Estás bien?.-Preguntó mirando qué BeomGyu se encontraba sobándose su propio brazo.

-Lo estoy, descuida no tienes de qué preocuparte.

La señora Kang al ver a aquel peli negro, volvió a colocar su gesto negativo. Pues sabía que algo no andaba normal en aquel chico.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Where stories live. Discover now