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-TaeHyun. ¿Ya viste la hora? ¡Es sumamente tarde!.

-Lo sé YeonJun. No eres mi padre para reprimirme de esa manera.-Hablaba en tono de fastidio, mientras tomaba asiento en aquella silla que se ubicaba en su  estudio de trabajo. (Así le gustaba llamarlo).

Tomó su libreta de apuntes. Aquella le indicaba que hacer cada día y como avanzar en sus proyectos.
Mientras la leía, tenía que estar soportando todo un sermón que su amigo y compañero le había preparado.

Al finalizar su lectura. Encendió el monitor de su computadora y miró con una ceja en forma de pico.

-¿Terminaste?.-Al parecer, pasar tanto tiempo con BeomGyu había adquirido aquel vocabulario grosero. Que este tenía.

YeonJun al escucharlo, no pudo evitar sentirse ofendido. Decía cada segundo que si aquel sujeto seguía hablándole de esa manera, este pediría su renuncia. Sin embargo él mismo se interrumpió, al percatarse de que a Kang le faltaba algo.

-¿En dónde está tu zhù?.

-Tranquilo, lo tiene Beom.-Yeon al escuchar aquello, sus ojos por poco salían de su órbita.

-¡¿QUÉ!?. ¿Cómo es posible que hayas permitido que él tenga el zhù?.-Mencionaba dando un golpe en la parte trasera de su cabeza.

-¡Auch!, descuida. Hicimos un intercambio de confianza. Y yo creo en él.

-¿eres idiota?. ¡Solo tú debes ser el portador de aquel colgante!. ¡La anciana dijo que era un objeto valioso, sagrado. Como si se tratara de un ostensorio o de tu propia vida.

-Esas son puras pamplinas.-Bufó aquel sujeto, colocándose aquellas gafas protectoras para sus ojos. O lentes para computadora. Y de que esta manera no sintiera fatiga ocular y continue igual de sana.

-¡Ja!. Solo quiero que sepas que te lo advertí. ¡No debiste permitir que BeomGyu tuviera aquel colgante!.

-Descuida, él no sabe nada.

-No confío del todo en aquel sujeto con el zhù en sus manos. Por eso, mandaré a alguien. Una persona que nos ayudará muy bien, no se negará. En eso estoy seguro. Se dedicará a vigilar de cerca a BeomGyu toda esta semana. De esta forma evitaremos algún problema.

TaeHyun soltó un suspiro, sabiendo que su compañero hablaba seriamente y no estaba para bromas. Por lo cual aceptó.

Ya que, en cierta manera. Aquel tenía razón. Pues aquel colgante con un carácter chino, escrito en este. Había sido bastante importante y debía de tenerlo, para evitar conflictos.

-Y bien... Si él tiene el zhù. ¿Tú que tienes de él?.

-Tengo pases para ir al cine juntos y su calculadora científica.-Lo último lo mencionó con un poco de pena. Estaba totalmente avergonzado, por lo cual dejó que sus mejillas se colocarán de un bello carmesí.

YeonJun no soportó contener una carcajada. Simplemente la dejó sonar dentro de aquel estudio de trabajo Kang. Para después darle un golpe.

-No eres tonto. ¡Eres un grandioso dundo!.

Por otra parte, aquel Choi se encontraba caminando por la ciudad, cargando una enorme sonrisa de tener aquel colgante.

Se dirigió exactamente a su hogar, y una vez en este comenzó a buscar dentro de la habitación de su madre. Aquel colgante que había tomado.
Quería comprobar si era una coincidencia de que existieran dos objetos similares o que en realidad sea ese mismo. Y si fuera así. Buscaría una razón.

Estaba totalmente enajenado, abriendo cada cajón y buscando en este. Aquel objeto que tanto escudriñaba por cada rincón de la recámara de su madre. Pero desgraciadamente no encontraba aquel objeto.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora