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-Por cierto, ¿qué fue lo que sucedió cuando me fui? ¿Por qué estabas lleno de sangre?.

TaeHyun al escuchar aquella pregunta se quedó en silencio, sin saber que decir. Su rostro estaba confuso. No sabía dar una respuesta.

-Ah... Creo que no es necesario decirlo.

-¿No es necesario? Debes de odiar tanto tu vida como para decir eso.

-Sí digo que no lo es. Es porque no lo es. No es que me odie. Me amo.-Aquello si lo había dicho con demasiada seguridad de sus propias palabras.

-Dime ¿qué ocurrió?. Tendré que mandar a que arreglen las cámaras de seguridad.

-No es necesario, simplemente no te lo diré porque no es conveniente.-TaeHyun sabía que BeomGyu continuaría realizando más y más preguntas. Por lo que se le había ocurrido hacer un giro a su plática radicalmente.-¿por qué lo preguntas? Acaso, ¿después de ese beso, te estás interesando en mí?.-Alzando una ceja y cortando distancia se encontraba, con el fin de poner nervioso al chico que realizaba preguntas.

-Yo... Yo, ¿cómo crees?, no, no.-En efecto. TaeHyun lo había logrado, pues BeomGyu ya estaba todo bobo y nervioso ante aquella cercanía.

-Ah, Beomie, si querías otro beso, solo tenías que pedírmelo. No ponerte en ese plan. Anda pues, extiende tus labios. Pero ahora sí me sigues ¿de acuerdo?.-Mencionaba acercándose a este, con sus intenciones de abrazar al sujeto. Pero había logrado esquivar el afecto.

-Ya es tarde. Tenemos que cerrar. Si no sales te quedarás adentro hasta mañana.

TaeHyun solo reía y salía de aquel sitio dejando que aquel encargado, colocará la llave en su sitio y se aseguraba de tener todo bien cerrado.

-Es bastante oscuro aquí. ¿No te da miedo?.

-No, ya me acostumbré.

-Es un barrio bastante silencio, podría ocurrir alguna trajedia tarde o temprano. Pero creo que a estas horas sería un asalto, secuestro o peor.

BeomGyu al seguir escuchando comenzaba a asustarse. Pues él tenía razón, había un silencio bastante notorio. Si pisabas una rama podía escucharse demasiado fuerte.
Las luces públicas eran muy nulas, su luz no brillaba como debía.

El sonido de una lata de aluminio moverse había provocado que BeomGyu soltara un grito y corriera a abrazarse de aquel que le acompañaba.

-¿Le temes a una lata de refresco que se mueve por el viento?. - Mencionaba en tono burlón. Pero a la vez estaba feliz de que aquel sujeto tuviera miedo. Ya que había logrado su objetivo.

-Cr...creo que tienes razón. Es peligroso de noche. Cerraré más temprano la libreria.-Mencionaba sin soltar al sujeto que le acompañaba.

-Calma, estoy aquí. Me tienes a mí. Solo estamos tú y yo, juntos, bajo la luz de la luna. No tienes de que asustarte. No te haré daño.-Mencionaba en susurros, respondiendo al abrazo y disfrutar de aquel sujeto (que anteriormente se hacía ver el héroe).

El sonido de aquella lata de refresco de nuevo se había escuchado.

-Ta...TaeHy...TaeHyun...-Su voz sonaba temblorosa. (cosa que nunca antes había sucedido).-¿Cómo es que.... La... La...lata se mu...mueve si no hay vi...vi...viento?.

Aquel mencionado, se quedó en silencio al saber que BeomGyu no mentía. Giró su cabeza en dirección a un árbol y en efecto, no había ninguna rama u hojas que se movieren.

-Pues...

¡Despierta!.
¡Des-pi-er-ta!.
¡DESPIERTA!.

El sonido de un chasquido era todo lo que necesitaba para hacerlo.

BeomGyu abrió los ojos encontrándose en una cama, en una habitación que no era de él. Por lo cual su temor aumentó y cada vez se ponía peor.
Quería huir, sabía que debía hacerlo. Pero... ¿De quién? O ¿de qué?.

-¿TaeHyun?.-Preguntó recordando el nombre de la última persona que había visto.

Debido a que aún tenía miedo, se puso de pie, soltando un gesto al sentir el piso tan frío debido a que estaba de pies descalzos. Caminó a la puerta y abrió con sus manos temblorosas.

Encontró un pasillo con varias puertas. Y las escaleras que se encontraban hasta el fondo de esa casa.

Estaba confundido, no sabía si ir o quedarse donde estaba. Dio unos cuantos pasos a la puerta cercana escuchando una conversación.

-¿Aún no tienes la comida preparada? Nuestro invitado morirá de hambre.-Un chico de cabello azulado había salido de aquella puerta.

Quedándose parado observaba a aquel fugitivo.

-Despertaste. En unos minutos estará lista la comida. No tienes de qué preocuparte. ¿Si?. Te llevaré de vuelta a la habitación.

-¿Quién eres? ¡Te pondré una demanda por secuestro!.

Aquel de tintes azules soltó una risita al escuchar la amenaza de aquel que estaba frente suyo.

-Yo no te secuestre, así que si vas a demandar a aquella persona, no será a mí. Yo solo trabajo para el señor Kang.

-¿Señor Kang?.-BeomGyu relacionó aquel apellido con el nombre del escritor que anteriormente estaba con él.

-Sí, el mismísimo escritor Kang. Trabajo para él y su familia. Supongo que vienes con el hijo único de esta familia. ¿No?. El joven TaeHyun.

-Supongo.-Mencionó muy inseguro, por lo que comenzaba a relajarse creyendo que estaba en casa de aquel escritor que le visitaba.

-No me he presentado, que grosero soy. Choi YeonJun.-Realizó una reverencia y comenzó a caminar pidiendo que le siguieran.

-¿No eres muy joven como para trabajar de mayordomo?.

-No soy su mayordomo. Yo solo vine porque me lo pidieron, mi trabajo no es aquí. Ya realizaste tres preguntas. Y solo se me permite contestar tres preguntas a personas extrañas.

Si que era raro aquel sujeto. Pero este no había dicho ninguna palabra. Por lo que solo continuó caminando junto a él.

Llegaron a el enorme comedor. Donde había sillas como para diez personas, pero solo había una ocupada por una persona.

TaeHyun. Que llevaba una copa de vino vacía en sus dedos, sonreía con gozo al ver a su chico.

-¡BeomGyu!, veo que ya conociste a YeonJun. ¿Se llevaron bien?.

Aquel mencionado solo rodó los ojos y comenzó a ayudar en servir los platillos para la comida.

-Con confianza, toma asiento. Está tarde solo estaremos tú y yo. YeonJun se irá a hacer algunos pendientes. ¿No es así Yeon?

-Correcto. Si me disculpan tengo que irme.-Seguía sonriendo mientras se alejaba.

Ahora quedaban aquellos dos, por lo cual sus nervios comenzaban a notarse más.
BeomGyu sintió desconfianza repentina.

Los encargados de cocina se retiraron y como bien lo habían dicho se quedaron aquellos en la mesa.

-¡A comer!.

-Tu copa, sigue vacía.

-Lo sé, estoy esperando a que comas tu primero para comenzar a servir.

-¿Por qué?.

-Solo soy amable.

BeomGyu volvió a sus nervios, pues se sentía como en aquellas películas donde corrían riesgo de envenenamiento.

Dio un bocado y lo masticó sintiendo un poco de temor. Aquella inseguridad que no existía con TaeHyun. Ahora la tenía.

-¿Cómo está?.

-Esta...-Hablaba dudoso, Sintiendo miles de sensaciones extrañas en su boca.


Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Where stories live. Discover now