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Después de que toda la gente que invadía en su casa se fueran, este había dicho que tenía que salir. Sin importarle que tan oscuro era a fuera.

A su familia no le importó, pues su abuelo estaba dormido y su madre estaba muy ocupada limpiando todo lo que se usó en la cocina.

BeomGyu se colocó una capucha negra y se dirigió rumbo a donde Google maps le dirígia.

Llegó a un barrio no muy familiar, sin embargo en la casa más fea de aquel sitio fue donde se adentró. Una mujer de vestidos negros y mucha joyería, le esperaba.

-Bienvenido.-Habló con una sonrisa sirviendo el té en una taza color amarilla para dejarla frente al sujeto que recién llegaba.

-¿Usted es la señorita Yoon?.

-Por supuesto, tu eres Choi BeomGyu. ¿Cierto?.

Aquel mencionado se sorprendió ya que jamás le mencionó su nombre, por lo cual tomó asiento y dio un trago a aquel té que se le había ofrecido. Mientras afirmaba que la mujer acertaba con el nombre del sujeto.

-Y dime, ¿qué quieres saber de tu futuro?.

-A decir verdad, no me interesa. No creo en estas cosas. Son puras tonterías. ¿Cuánto me iba a cobrar? ¿1000?

La mujer simpletemente realizó una mueca y se colocó una bandana en la cabeza, justamente que le cubría su frente, bebió un tipo de té (diferente al que BeomGyu tomó) y habló.

-Tienes una energía inexplicable. Me imagino que no recuerdas tu pasado, ¿cierto? Es a lo que vienes. Quieres saberlo.

-¿Usted cómo lo sabe? ¿Me ha estado vigilando?.

-Yo lo sé. La bola de cristal me lo dijo en el momento que entraste. Dame las manos. Te ayudaré a recuperar tu pasado.

En aquel momento BeomGyu no dudó en darle sus manos a la mujer y acercarlos a aquella esfera de cristal.

-cierra los ojos y concéntrate.-Habló la mujer, esperando que aquel sujeto obedeciera.

Una vez que lo hizo, está misma cerró sus propios ojos y comenzó a decir algunas palabras en alguna lengua que no conocía BeomGyu. Sonaba bastante extraña y antigua.

Aquel chico sintió fuertes dolores de cabeza, su respiración era muy lenta. El sudor salía de todo su cuerpo, trató de hablar para pedir ayuda, pero simplemente se desvaneció cayendo sobre la mesa de aquella mujer vestida como una gitana.

En el momento que abrió los ojos, se encontraba en el mismo sitio. Pero este era más limpio a comparación de como anteriormente estaba. Caminó fuera de aquel sitio y se encontró con una ciudad bastante despoblada. Dio unos cuantos pasos a la avenida principal observando como había coches que no eran de su época. Además de que las mujeres vestían de diferente forma.

-¿Qué es esto?

Se dijo así mismo y observó una familia que caminaba a su lado, por lo cual trató de preguntarles. Sin embargo no recibió respuesta. Lo habían ignorado por completo.
Preguntó a más personas pero pasaba por desapercibido. Era como si él fuera invisible.

Así que sonrió para él mismo y caminó contento de que nadie lo podía ver ni escuchar.

Pero se detuvo al ver a un hombre. No era cualquier hombre. Ya que este era él mismo, vestía diferente pero su físico era el mismo.

-Vámonos.-Habló por lo cual BeomGyu se aterrorizó y decidió seguirlo.

Iba vestido de negro completamente aquel sujeto, parecía una sombra. Y le acompañaba un chico con cuerpo enorme. Se veía que hacían bastante ejercicio.

Sin embargo aquellos dos subieron a un coche y como BeomGyu era un completo fantasma, no dudó en subirse con ellos.
Pero recién salieron del estacionamiento y escucharon como balazos producidas por un arma apuntaban al vehículo negro. Por suerte era brindado, sus ventanas y ruedas estaban a salvo.

-Iré a matarlos.

-¡No!.-Aquel sujeto de aspecto similar al de BeomGyu había hablado. Este no podría hacer mucho ya que se encontraba conduciendo a gran velocidad.

-Déjame ir.

-No lo harás ¿me escuchas?, te quiero con vida.

-Tengo que hacerlo, intentan matarnos. Yo los mataré primero.

-¡No seas tonto Choi!. ¡No!.-Comenzaba a gritar viendo como su compañero se despedía y salía del auto para colocarse en posición y comenzar a disparar al vehículo que los seguía.

Escuchó su grito de dolor y una bala. Sabía que lo había perdido, por lo cual el chico que huía paró su vehículo y decidió caminar tomando un arma escondiendola dentro de su ropa.

Del otro vehículo también salió alguien cuyo parecido era idéntico al de TaeHyun. Por lo cual BeomGyu se quedó pasmado. Al verse a él junto a aquel chico.

Ambos estaban en un callejón sin salida. Demasiado oscuro.

-Hasta aquí llegó tu momento.

-Aquí me tienes.-Aquel que se parecía al chico  espectador sonreía con tanta malicia.

Pero aquel similar a TaeHyun no logró hacer mucho, pues dos mujeres embarazadas habían pasado. En el momento que este se distrajo viéndolas, el sonido de un arma se presenció. Así mismo con las palabras del chico sonriente.
Que al parecer lograba ver a BeomGyu.

-BeomGyu. Espero que no me falles en terminar la misión.

Pero no hubo ni una gota de sangre. Al igual que no existía cuerpo de ellos. Habían desaparecido. Eso es lo que decía la ley.

BeomGyu al ver aquello logró reconocer que una de las mujeres embarazas se trataba de su propia madre.

Abrió sus ojos de golpe y miró a la mujer. Sentía un fuerte bombardeo de latidos en su corazón.

-¿Viste tu pasado? Reencarnaste. Aquel sujeto que viste similar a ti. Eres tú. En el pasado tú veniste a mí, querías que te protegiera. Así que esa fue la manera en la que salvé tu vida.  Sorprendentemente aquel chico también me pidió lo mismo. Ambos eran de la mafia clandestina. Que querían protegerse. Por lo cual al ver a aquellas dos mujeres se adentrarnon a su cuerpo. Aquellos dos inofensos Bebés fueron perjudicados por su culpa, ya que tu eres uno, mientras que TaeHyun es el otro.

BeomGyu se quedó totalmente boquiabierto, no podría creer que se enteró de la verdad.

-¿Y qué será de mi ahora?.

-¿Sigues creyendo que esto es falsedad?.-Aquel sujeto pelinegro negó varias veces.-Entonces tendrás que pagarme.

-¿Cuánto?.

-No cuánto sino cómo. Quiero un alma.-BeomGyu se asustó con ello y sus labios comenzaron a temblar por sí solos. Queriendose negar, por lo cual rápido se puso de pie e intentó caminar a la puerta.-Si te vas sin pagar te mataré yo a ti. En cambio si te quedas podré dejarte vivir.

BeomGyu no sabía que hacer. Su antiguo él, le pidió que terminará de asesinar a TaeHyun por lo cual no sabía exactamente qué hacer.

Así que cerró sus ojos y se puso a pensar en aquello que había visto. Recordó que tenía otro integrante en su equipo por lo cual pensó que debía de confirmar las cosas si los buscaba.

-Bien. Te daré un alma.

-Perfecto. Tengo dos tarjetas, tu me dirás a quien necesitas y a quien no. ¿Entendido?.

BeomGyu asintió y la mujer dio vueltas a ambas tarjetas, una de ellas tenía a Hitomi y la otra tenía a TaeHyun. Solo uno debía de escoger. ¿A quién? Era la verdadera cuestión que se hacía.

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¡ESTA HISTORIA SE ACTUALIZA LOS MIÉRCOLES Y DOMINGOS!
Gracias


Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Where stories live. Discover now