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Un cuarto oscuro.
Solo una luz que iluminaba de manera como si se tratare de una presentación teatral.

TaeHyun se encontraba bajo de aquella iluminación. Abría sus ojos lentamente atontado por no saber el sitio en que se encontraba.

A pesar de que estuviera rodeado de paredes negras. Una de ellas se abrió mostrando una ventana oscura.

-¿Querías ver, cierto?. Anda, puedes hacerlo.

Una voz de una mujer había escuchado.
Aquel chico dio pasos temblorosos dirigiéndose a aquel sitio comenzando a ver una escena, que le había dejado totalmente asombrado.

Su corazón se había acelerada a mil por segundo. De verdad estaba asustado, podría darle un infarto en cualquier minuto, así que despertó observando que en realidad estaba en una habitación obscura. Pero ahora no estaba solo, sino que BeomGyu le acompañaba.

El de pelo negro dormía cómodamente en su cama, mientras que TaeHyun estaba en el suelo.
Debido a los caprichosos de Choi.

El castaño soltó un suspiro, aún pensando en lo que había visto.

-De nuevo...

Silenciosamente se colocó de pie y tomando su teléfono celular, decidió salir de la habitación. Con cuidado de no hacer tanto ruido para no despertar a aquel que descansaba cómodamente.

Fuera de aquella habitación había un pasillo, por lo cual comenzó a pulsar algunos números en su teléfono móvil, para iniciar una llamada.

-¿Tae?, es muy tarde. ¿Por qué llamas a las tres de la madrugada?.

-Yeon... Volví a tener aquel sueño.

-Ya te lo dijo la anciana. No es un sueño. Así que ya deja de preocuparte. Y haz lo que tienes que hacer.

-Pero YeonJun... No me siento capaz de hacerlo.-Su voz realmente entonaba tristeza y preocupación.

-Sí no lo haces tú. Lo haré yo. ¿Oíste?.-A diferencia de el contrario, este sonaba muy decidido y bastante firme. E incluso daba algo de miedo escucharlo.

-Déjame pensarlo una vez más...-Un silencio incómodo se había realizado entre aquellas dos personas.-Por cierto, ¿cómo vas con Soo?.

-¡Kang TaeHyun! ¡Ve la hora! Debo de dormir. ¡Así que déjame en paz!.-Dicho aquello, terminó colgando la llamada.

Aquel mencionado, no pudo evitar soltar una risita y en el momento que iba a dar vuelta, se encuentra con una mujer que salía de su habitación.

-TaeHyun... ¿Qué haces despierto?.

-Disculpe si la desperté, señora Choi.-Hablaba haciendo reverencias en manera de disculpa.-Había tenido un mal sueño.

La mujer quedó bastante asombrada, que no dudó en correr a los brazos de aquel sujeto.

-¿Estás bien?.

-Sí. ¿Qué ocurre?.

-¿Lo viste?.-De verdad se veía con un gran desazón.

-¿Ver qué?.-TaeHyun comenzaba a asustarse cada vez más de aquella mujer.

-Tu sabes a lo que me refiero.-Se separó del abrazo y le miró a los ojos para continuar hablando.-Sobre tu pasado.

TaeHyun al escuchar simplemente asintió con movimientos lentos de cabeza y dejó caer solo una lágrima de su ojo derecho.

La mujer volvió a abrazarlo e incluso le ofreció ir a beber algo de té. Pero el sujeto, simplemente se negó. Debido a que no quería seguir molestando a la mujer que mostraba tanta hospitalidad con él.

-Señora Choi... ¿Usted por qué está despierta?.

-Tengo que estar al pendiente de el abuelo de Beom. Como sabes, no está tan sano como antes. Pero en el fondo de mi corazón, sentía que algo no estaba bien. Supuse que se debía a aquel sueño que tuviste.

-Y... ¿su hijo lo sabe?.

-No, no se lo digas. Jamás me lo perdonará.

-De seguro él la ama. Lo entenderá.

-No, BeomGyu es... Diferente al resto de las personas.-Su voz se hacía cada vez más silenciosa. Era como si no quisiera que su hijo se enterara.-Necesitaba ayuda. ¿Cómo es posible que con un niño necesitaría acudir con expertos?.

La voz de aquella mujer comenzaba a romperse, estaba a punto de partir en llanto.

-BeomGyu no es el único diferente, porque también estoy yo. Y...-Realmente quería ayudar a la mujer, por lo cual sonrió sin pensarlo soltando dos palabras en un susurro.-Lo amo.

La mujer al escuchar tal confesión, levantó su mirada y eliminó las lágrimas de su rostro quedando totalmente sorprendida.

-¿Lo dices para que no me sienta mal, cierto?.

-No señora Choi. Se lo digo desde el fondo de mi corazón. Me gusta su hijo y siento un afecto que jamás había sentido con ninguna otra persona.

Aquella simplemente sonrió asintiendo y a su vez agradecía. Sabía que su hijo estaría bien en sus manos.

-Él tiene novia. Y... Hitomi es una chica muy agradable, desde niña siempre estuvo enamorada de Beom. Pero por su bien, tuvimos que separarlos. Ahora que volvió, tengo miedo de mi propio hijo. Miedo a lo que haga en un futuro. Como lo hizo en el pasado.

-Señora Choi. Permita que yo esté con su hijo. Créame que conmigo estará mejor, ambos somos distintos. Yo entiendo a su hijo, sé y comprendo el dolor que siente, aunque no lo manifieste.

-Lo sé. Debes de huir con él.-TaeHyun al escucharla se sorprendió ya que no se lo esperó. Sin embargo de nuevo la voz de la mujer comenzaba a romperse.-Él piensa que no me duele alejarme de mi propio hijo. Pero si lo hago es por su bien. Aunque se me parta el corazón en billones de pedazos.

-Usted hace bien. Protege a su hijo.-Mencionó dando algunas palmadas suaves en el hombro de la mujer. Ella simplemente sonrió y asentía segura de que aquel chico le haría bien para su hijo.-Debería ir a dormir. Es muy tarde.

Ambos se despidieron y aquel volvió a entrar a la habitación donde se había hospedado.

Con cuidado caminó al suelo donde estaban sus cobertores y en el momento que decidió acostarse, observó un bulto cubierto de sábanas.

Aquel simplemente se puso de pie y dirigiéndose a el bulto se recostó a su lado, no dudó en acariciar el rostro que tenía cerca del suyo.

-¿Por qué te fuiste?.-Susurraba en un puchero aquel sujeto, dejando que tocarán su rostro. Ya que lo hacían con tanta delicadeza.

-Tuve un mal sueño. Pero ahora, como sé que dormirás a mi lado. Estoy seguro de que ambos estaremos bien. Y tendremos buenos sueños.

BeomGyu asintió acercándose al chico frente suyo y abrazarlo sin tener ningún temor.

-No me sueltes.-Susurró ocultando su rostro en el pecho del contrario.

-No lo haré.-Afirmó TaeHyun, colocando sus brazos sobre la cintura del chico y así mismo entrelazar sus piernas con las del chico. Asegurándose de que no se iría lejos de aquel sujeto que tanto amaba.-Créeme que no lo haré.

-Tae...-De nuevo aquel susurro.-¿Cuál fue tu pesadilla?.

-Nada, son cosas que hay que olvidar. Duerme ¿si?.-Sin temor alguno, se atrevió en depositar un beso sobre los cabellos del chico.

-Tae... ¿Qué fue lo que mamá te dijo?.

Mi Pequeño Fraude (TaeGyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora