Nilak | Oscuro

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Ni siquiera sabía si la historia de este chico frente a mí me había hecho sentir mejor o peor. Aún así el simple hecho de que Sam me haya contado todo primero, me daba la confianza necesaria para comenzar a hablar.
¿Mi historia siquiera podía compararse a la de él? ¿Tenía el derecho de ponerme de esta forma a un lado de su dolor?

Mi madre padecía trastorno explosivo intermitente, aunque tal vez a eso podíamos agregarle que nunca le agradé.
Mi padre, un empresario famoso de Italia, mantuvo un acuerdo arreglado por escrito con ella: se casarían, tendrían un hijo, y luego simplemente ella se liberaría de cualquier cargo económico por el resto de su vida.

Básicamente, la compró, y ella accedió ya que su familia estaba en la quiebra directa.

Aunque a ambos les convenía, ella siempre tuvo las de perder, y al final del día estalló de una muy mala manera. Mi papá nunca estaba con nosotros, y ella por ende, hacía lo que quería con lo que podía.
Desde golpes sobre los muslos, hasta piquetes con agujas en mis muñecas, eran varias de las cosas que ella hacía para no dejar marcas y no causar ningún escándalo.
Porque eso era lo que yo parecía ser; un escándalo.

Tenía todo lo que quería, cuando lo quería. Pero no podía conseguir algo tan simple como lo era el amor de mi madre.
Crecí por quince años temiendo el regresar a casa y  nadie lo sabía. Porque yo, al final del día, seguía siendo el chico rico al que todos envidiaban; no tenia el derecho de quejarme o de simplemente pedir ayuda cuando las personas a mi alrededor estaban peor.  Mi madre día con día estaba peor, y yo igual día con día me hartaba más de todo.

Hasta que al final, simplemente exploté.

No recuerdo bien todos los detalles, solo a mi madre cayendo por las escaleras. Por mi culpa.
Ella no iba a volver a caminar por mi culpa. Mi familia se había disuelto por mi culpa; todo era mi culpa.
Hospitales, medicina, llanto, y a mi padre intentando cubrir que su propio hijo cometió un crimen. No porque se estuviera preocupando por mi, sino por el simple hecho del "qué dirán"
¿Qué diría la prensa? ¿Nuestra familia? ¿En serio era todo lo que le preocupaba?

Una enorme preocupación me estaba consumiendo, y solo tenia 15. Aunque no quisiera, tenía miedo, mucho miedo.

"Tú no serás capaz de amar a alguien como me amas a mí, Nilak. Lo único que espero es que llegue alguien a tu vida que te rompa como me lo hicieron a mí; me quitaste la oportunidad de correr, de escapar de tu padre. Y eso jamás voy a perdonártelo".

Fueron las últimas palabras que mi madre me dijo antes de abordar en ese vuelo que me alejaría de todo el mundo que conocía. No sabía qué se suponía que tenía que hacer si no tenía a nadie, nadie se preocupaba por mí, y nadie entendía realmente todo lo que cargaba conmigo.
Sexo, alcohol, drogas de vez en cuando, fiestas. ¿Desde cuándo había dejado de ponerle atención al mundo? ¿Desde cuándo todo me daba igual?

Era una mancha fosforescente en una inmensa pared blanca. Y lo peor de todo es que yo lo sabía.
Viví dos años encerrado en mí mismo, sin prestar atención a mis problemas y mucho menos en los de los demás.
Hasta que Sam apareció. Ni siquiera supe el porqué mis ojos se posaron en él, no tenia un rasgo físico que fuera de mi tipo; era pequeño, delgado y rubio.
Solo que sus ojos, sus ojos azules como el mar reflejaban tristeza, desesperación.

Amaba esa mirada, así que en un intento por poder repararme lo seguí. Lo que comenzó como las intenciones de remediar mi mente se convirtió en preocupación, atracción. En el momento que vi por primera vez su rostro sin hematomas me enamoré.

Me enamoré perdidamente de Sam, y tenía unas inmensas ganas de restregarle en el rostro a mi madre que era feliz.
Era muy feliz a un lado de este chico.

Hasta que mi padre tuvo que arruinarlo todo.

NilakWhere stories live. Discover now