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El primer día de entrenamiento había sido bastante duro para todos los cadetes

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El primer día de entrenamiento había sido bastante duro para todos los cadetes.

El entrenamiento había comenzado con la práctica del equipo de maniobras. Para Evie no era lo suficientemente difícil, fue bastante simple para una persona diminuta y delgada mantener el equilibrio con el equipo, o eso le había dicho su padre adoptivo cuándo le explicó el funcionamiento del equipo.

Varios muchachos le pidieron algún consejo y ella simplemente los ayudó como pudo, después de todo tenía una fibra maternal que no podía ignorar con facilidad. Pero Eren Jaeger no fue uno de ellos, cosa que entendía perfectamente, pese a que él lo había hecho mal, no le preguntaría a ella.

Extrañamente, el imbécil logró dominar el equipo al día siguiente, luego de un cambio de cinturón y pasaron a la próxima prueba después de aquello. Se trataba de subir un enorme poste, pero no sólo eso, si no que debían tener peso extra en las manos y piernas. Todo aquello para fortalecer la fuerza física de los cadetes, algo que de por si le parecía demasiado difícil para la joven Langer.

Habían comenzado a pasar uno por uno. Algunos lo lograban más rápido que otros, y hasta en ocasiones habían algunos que se rendían rápidamente, murmurando una renuncia. Evie frunció el ceño cuándo Jean bajó del poste, ya que en ese momento era su turno el que llegaba.

La muchacha tomó aire mientras una rubia, de su misma altura, le colocaba las pesas atadas a sus muñecas y luego las de sus tobillos, deseándole suerte por lo bajo. Evie asintió, devolviéndole una pequeña sonrisa a la dulce joven que se había cruzado algunas veces en la cena y en los dormitorios.

Suspiró mientras sentía todas las miradas sobre ella, esperando que subiese a ese poste que pasaba los diez metros. Cerró los ojos con fuerza e intentó subir al poste de un salto, llegando a aferrarse allí casi al instante, comenzando a impulsarse casi al instante para intentar subir.

Pero no lo logró, cayó estrepitosamente al suelo cuándo no consiguió su cometido. Todos se quedaron en un silencio casi de ultratumba, sorprendidos por ver la situación en la que se encontraba una de las promesas más grandes de su tropa.

Evie se mordió el labio, siendo consciente del porqué había caído. Es que, por dios, ella había crecido con una desnutrición severa hasta que conoció a Levi. Sus brazos tenían menos masa muscular de lo que deberían y sus piernas no eran lo suficientemente fuertes para compensar lo que sus brazos no podían hacer.

—¡¿Que mierda haces, Langer?!.-Gritó el instructor al ver como esa mocosa seguía en el suelo luego de la horripilante caída.

Casi al instante, Jean, el único amigo que ella tenía dentro de sus compañeros, fue corriendo a ayudarla. El castaño le extendió su mano y ella, totalmente en silencio, la aceptó, logrando que el más alto la levantase casi al instante por lo delgada que era Evie.

—Permitame volver a intentarlo.-Pidió la cadete sintiendo como alguna parte de su rostro se estaba cubriendo de sangre, pero con el aturdimiento de la caída no sabía exactamente dónde era.

Red swan; Reiner Braun. [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora