Red swan; Reiner Braun. [#1]

23.

La vuelta había sido extremadamente difícil para los miembros de la legión de reconocimiento.

Nadie quería decir en voz alta lo que todos pensaban. Habían perdido frente al enemigo y no sólo eso, si no que perdieron a demasiados compañeros como para no sentir el peso de sus muertes en sus espaldas. O eso pensaba Evie, quién no dejaba de apilar los cadáveres de sus superiores en una maldita carreta como si no fueran más que simples objetos.

Jean la acompañaba de cerca, después de todo lo que más le interesaba en ese momento era la salud mental y física de la única persona que le importaba lo suficiente para preocuparse. No era normal ver a Evie Langer sobrepasada con alguna situación, siempre era bastante centrada y madura en las peores circunstancias, intentando mantener la calma en todo momento, o eso creían los demás, la realidad era muy distinta para las personas más cercanas a la azabache.

Evie era capaz de romperse en mil pedazos ante una situación demasiado traumatica. Si, sólo lo hacía con los hombres más importantes de su vida que incluían a su padre adoptivo, su mejor amigo y el hombre que le gustaba, pero ahí estaba esa debilidad latente que Jean conocía a la perfección después de tantos años a su lado.

—Todavía no me acostumbro a esto.-Comentó Jean mientras que ayudaba a su mejor amiga con uno de los muchos cuerpos que se encontraban totalmente cubiertos por trozos de telas.

Evie simplemente asintió, temiendo decir algo que la hiciera pensar en todas las muertes que se encontraban pesando en su pecho. Sabía que no era su culpa, después de todo ella era una simple cadete a cargo de otros soldados, pero aún así el simple hecho de sobrevivir la hacía sentir sumamente culpable por alguna razón que todavía no comprendía con exactitud.

—Sólo puedo pensar en como moriré o como morirás tú, eso me aterra.-Dejó ver sus sentimientos al ver que no recibía respuesta alguna de la muchacha de menor tamaño, ella sólo pudo suspirar ante esa afirmación.

La teoría y su propia consciencia le decía a Evie que si pensaba en ello dejaría de luchar y eso era lo último que debía hacer, ya que si abandonaba la pelea en ese momento estaría deshonrando la muerte de todos sus compañeros que perecieron, pero en realidad la azabache no podía dejar de pensar ni un segundo sobre las muertes de los más cercanos a ella y eso era algo que le aterraba más de lo que pudiese explicar.

—Si piensas en eso dudarás al luchar y dejarás de darle valor a todas las muertes que tenemos sobre nuestras espaldas.-Afirmó sin mirar siquiera a los brillantes ojos ámbar que portaba su mejor amigo, pero no podía engañarlo.

Jean conocía a esa pequeña muchacha más que a sí mismo y sabía muy bien que Evie no era esa muchacha fuerte y decidida que mostraba ser ante todos. Evie Langer era una adolescente muy frágil que se mostraba como una líder inmutable, pero que únicamente dejaba ver esa debilidad delante de las personas en las que realmente confiaba.