Mi Novio el Narco

Capitulo 17.

Preocupación.

Verónica

Alejandro me cargo hasta la camioneta, tenía un brillo de preocupación en sus ojos mientras me veía. Yo no quise hablar en todo el camino, me dolía la cabeza y me hormigueaba el cuerpo, ¿estaba mal? Si, mucho, me costaba admitirlo. Al llegar, Alejandro me subió a la habitación otra vez cargada, estaba muy débil. Me quede dormida, cuando desperté, él estaba sentado en la cama viendo la pantalla de su celular.

-¿Qué hora es? .-pregunté, me ardía la garganta.

-Las 9:00 de la noche, ¿cómo sigues? .-pregunto y dejo a un lado su celular.

-Ya me siento mejor .-dije, sentándome. Aunque aun sorbia mocos y sentía que la cabeza se me iba a estallar en cualquier momento.

-Gregorio se tuvo que ir a medio día, llamo hace un rato a preguntar por ti. Espera que en algún momento lo perdones por dejarte así, también dijo que espera poder arreglar las cosas mas adelante, que te dará tu espacio para pensar .-dijo, me tomo de la mano y sonrió. Me quemaba por dentro él no tener a mi papá cerca, ya ni siquiera sabia si Samuel hubiera hecho algo en contra de él, ¿todo había sido en vano? Tal vez.

-¿Quienes eran los del bar? .-volvió a hablar, ahora tenía la mirada dura, sus ojos se veían mas oscuros, tenía unas ojeras algo marcadas.

-¿Quieres la historia completa? .-pregunté y le sonreí, se relajo un poco y asintió.

-Nate, Cole, Juan y Fabian, eran conocidos por hacer las fiestas mas descontroladas de la ciudad, eran el escape perfecto después de una semana pesada por estudio. Siendo hijos de actores y actrices reconocidos, no se preocupaban mucho por dinero o responsabilidades; eran malcriados a morir.

Jessica y Kelly, insistieron tanto para ir a una de esas fiestas, que termine accediendo; hijas de una cantante reconocida, pero olvidadas por esta, a tal punto de llamarlas una vez al mes; hacían lo que quisieran. Diego me fue infiel con Jessica .-Alejandro abrió los ojos de par en par, atando cabos.

-Siempre hacían las fiestas en casas muy grandes, reuniendo gente de todas partes. Esa noche, fue la primera vez que hablamos los siete, desde ahí, nos unimos, compartiendo un gusto por las fiestas y el alcohol, haciendo reuniones, alquilando clubes para estas. Con él tiempo, empezamos a generar dinero y fama, nos iba bastante bien con todo eso. 

No los consideraba amigos, no eran de esas personas con las que podías contar cuando estuvieras mal, pero, no me quejaba. Al menos, no me sentía tan sola. 

Luego de los problemas con Diego, perdí contacto con todos. Hasta hoy. Me encontré a Nate cuando iba a pasar un semáforo, me abrazó y me pregunto que si estaba bien, pidió un taxi y me llevo a un apartamento que tienen los cuatro en el centro de la ciudad. Solo les conté que mi papá se iría y me dejaría acá, sola y... .-Me ardieron los ojos, no quería llorar mas, pero era inevitable. Alejandro se acercó mas y me abrazo.

-No vas a estar sola, preciosa, nunca mas .-dijo con un tono de voz bajo. Respire profundo y seguí.

-Entonces, sacaron cervezas y empezamos a charlar, dijeron que mientras no estuve, el negocio había crecido, empezaron a organizar eventos bastante grandes y con eso se despegaron de sus padres, Jessica y Kelly se habían ido del país. Se paso el tiempo muy rápido. Dijeron que si podía ir a ver el bar que habían comprado y seguir bebiendo allá, yo ya iba algo ebria. Llegamos, subimos a esos cuartos, pidieron mas alcohol y me confié demasiado... Le habían echado algo al whisky que me estaba tomando, se me durmió el cuerpo, veía borroso, pero pude mantenerme despierta .-sentí otra vez mis ojos arder; que día de mierda.

-Llora lo que quieras, yo estoy aquí, desahógate .-dijo Alejandro, ese fue el detonante. Empece a sollozar y todo paso por mi mente de nuevo, volví a respirar profundo e intente calmarme.

-Ahí fue cuando Fabian se subió encima de mi, me dijo cosas que... prefiero no repetir. Escuche la voz de Camille, con las últimas fuerzas que me quedaban empecé a gritar, deje de escuchar en ese momento... No se que hubiera hecho si ustedes no me hubieran encontrado .-me hundí mas en el pecho de Alejandro.

-No se que hubiera hecho si te hubiera pasado algo .-dijo él. Estuvimos un rato abrazados, me gruño el estomago, no había comido nada en todo el día. Alejandro recibió una llamada, se levanto de la cama y contesto afuera. ¿Por qué siempre se alejaba para contestar?

-Necesito que vayamos a la bodega, en el camino te consigo algo de comer, ¿si? .-asentí y me baje de la cama.