Mi Novio el Narco

Capitulo 52.

Secretos del pasado.

Verónica

-¡Ya, Diego! puedo caminar sola .-dije, habíamos entrado por la parte trasera del hospital. Me llevaba casi a rastras.

-¿Lo amas mucho? .-dijo, con rabia -¿recuerdas que yo te dije lo mismo? que bonito es ver como te rompen el corazón al no corresponderte, ¿no?

-Tengo la madurez suficiente para afrontar el que no sea mutuo, no soy tú .-dije y me subí a la camioneta. 

-¿Por qué él, Verónica? .-preguntó, viendo al volante.

-Vámonos .-empezó a conducir, cada vez a mas velocidad. Ya no me preocupaba nada, si con eso, Alejandro estaría bien, me iba en paz.

A decir verdad, nunca me proyecte en un futuro, no tenía una carrera pensada, no sabia si quería formar una familia. Me había encerrado en una burbuja y en la idea de que el presente era lo único que importaba. Nunca tuve nada que perder realmente. 

Alejandro llegó y me hizo dudar de ello, me metió la idea de estar juntos, me dio valor ver como a pesar de todo, el intentaba que los demás a su alrededor estuvieran bien, porque los quería. Él sabia que ese amor hacía su familia y personas cercanas no lo hacía débil, lo impulsaba a seguir y a querer estar bien. 

Envidiaba la facilidad que tenía de llevar las cosas, aun teniendo una lucha interna consigo mismo. El como podía llevar su sonrisa cautivadora a todos lados, como podía entregar paz cada vez que se lo proponía. 

Y me dolía en el alma, no poder decirle que quien estaba detrás de todo esto, era su mayor debilidad. No poder protegerlo me creaba un vacío cada vez peor en el pecho y solo me quedaba confiar en que, si las cosas que yo había planeado salían mal, el protegería a los demás y a él mismo de lo que venía. 

Era él, porque me había hecho ver que la vida no era algo superficial, no era tan vacía y tan banal como pensaba. Era él, porque había logrado que pensará distinto. Era él, porque me daba alegría. Era él, porque así lo sentía cada vez que lo observaba. Era él, porque era único conmigo. 

Diego condujo toda la noche hasta llegar a una cabaña, algo lujosa. Julieth estaba tomando el sol al lado de la piscina, Nate y Cole estaban nadando; faltaba alguien. 

-¿Me buscabas? .-preguntó detrás mio. 

-¿Por qué debería buscarte?

-No lo se, tu dime .-era tan arrogante, Dios. 

-Tenemos que hablar, entremos .-dijo Diego y entraron a la cabaña.

-¿Conocías a mi madre? .-pregunté, con un tono serio. Me había sentado al lado de Julieth.

"Te pareces mucho a tu madre", ¿por qué lo había dicho? ¿Qué tenía que ver ella con mi madre?

-Charlotte Evans, como olvidarla .-respondió ella -inteligente, bonita, amable. Tenía unos ojos de impacto. Igual que los tuyos. 

-¿De dónde se conocían? 

-Eramos vecinas. Ella se alejo de mi luego de que vio lo que yo hacia con Samuel .-intentaba ser neutra, pero se veía que hablar de mi madre le causaba cierta nostalgia -volvimos a hablar luego de que Samuel me dejo, fue un gran apoyo en ese momento. 

-¿Sabes algo de su muerte? .-Gregorio no me permitía indagar en ese tema, nunca supe realmente que le había pasado y de no ser porque a Julieth se le había escapado aquel comentario, tal vez nunca me hubiera enterado. 

-Ana la asesino .-ella hizo una pausa y respiro hondo -tu padre se había quedado contigo, Charlotte y yo salimos a un bar cerca a donde operaba en ese momento Samuel. 

Dentro del bar, Charlotte me contaba como su pequeña balbuceaba, como ya corría por toda la casa y tiraba todo; sus ojos se llenaban de brillo, porque tener una familia había sido su sueño y lo había cumplido. 

Esa noche, fue la primera en meses que no pensé en Samuel y pude salir un poquito de aquella desesperación que me estaba hundiendo. 

Lo que no esperábamos, era ver a Ana fuera de aquel bar. "¿Estas buscando a Samuel de nuevo?" pregunto Ana, Charlotte arrugo las cejas y le respondió "Relájate, ya nos íbamos" ella no era una mujer de problemas y sabia que tenía dos personas esperándola en casa, lastimosamente, Ana pensó que seria uno de sus juegos, solo para "asustarnos" saco un arma y me apunto a mi, pero disparo hacía algo detrás mio, la calle se lleno de personas; allí no existía ley, porque la ley la hacia Samuel.

Luego de eso, si tuvo intenciones de dispararme, pero tu madre, en un intento por salvarme, se metió .-una lagrima bajo por su mejilla y aunque sentía que me faltaba el aire, necesitaba saber que había pasado después -tu madre murió en mis brazos, Verónica. 

Gregorio pensó que había sido asesinada en un robo o por lo menos, eso fue lo que le dije. Unos meses después, Ana me exilio, sin antes, revisar que me había llevado yo. Se entero de que llevaba facturas, fotos y diversos papeles que incriminaban a Samuel, ella misma desapareció todo.

-Pero, ¿mi padre sabia de ustedes dos?

-Sabia que ella tenía una amiga. Yo nunca tuve la cara para ir a contarle lo que había pasado; lo mío fue llamarle de un teléfono publico y decirle "Asesinaron a su esposa por intentar robarla", ya lo demás lo hizo él. 

-¿Alejandro y Daniel se enteraron? 

-No, Ana era una mujer igual de entregada a su familia, amorosa solo con ellos; no soy quien para reventar aquella burbuja. 

-¿Qué harás cuando se entere de que tu no estas de su parte? 

-¿A que te refieres?

-Tu sabes que Alejandro no tiene nada que ver con esto, tu problema es con Samuel. Le has entregado migajas para llevar a cabo algo que nunca se va a concretar, ¿qué harás luego?

-Hice lo posible para llevar las cosas con Alejandro en calma, luego de tener a Samuel donde lo quiero, me iré.

-¿Dónde quieres a Samuel?

-Muerto.