Capitulo 25.

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Guerra.

Dominic

Camille era una mujer que muy pocas veces sentía miedo, era directa, leal, honesta. Yo cometí el error de dejarla ir, de no esperar una explicación de su parte. Me gano el orgullo, deje que mi amistad con Daniel acabará y termine metiendo a James en esto. 

Cuando me sentí listo, volví a acercarme a ella, di pie para que me contará todo y ahí entendí lo estúpido que fui.

 Ahora solo me quedaba pedir perdón y rogar que Camille quisiera empezar de 0, que sus ojos solo me vieran a mi, hacer que el sentimiento de querer hacer todo juntos, renaciera. 

-¿Podemos hablar? .-dije y me senté junto a Daniel.

-¿De qué? .-respondió, serio. 

-De como dejamos acabar nuestra amistad.

-De como , la dejaste acabar .-dijo, mirándome a los ojos

-Yo, te quería pedir perdón. No debí pensar que te gustaba Camille, no debí alejarme. Debí escuchar lo que tenías para decir, debí tragarme el orgullo por una vez en la vida. 

-Pensé que tardarías mas en ver tu error, es un récord .-dijo y sonrió -te perdono. 

-¿Volverán a ser amigos? .-dijo James, algo sorprendido.

-Nunca dejamos de serlo .-dijo Daniel y se levanto para ir a la cocina.

Samuel llamo para que reemplazaran los muebles, dijo que era una oportunidad para redecorar. 

Camille y Verónica estaban en la habitación esperando a que arreglaran el ventanal; Samuel volvió a reforzar la seguridad y estaba viendo que podía usar en contra de Caleb, Alejandro se encargo de averiguar que mas había en los papeles que se habían llevado y ver como Alexander logró entrar a la bodega; se avecinaba una guerra.  

Verónica

-¿Cómo te sientes? .-dijo Camille.

Se había encargado de verificar que el hombre pusiera el ventanal bien, yendo de un lado a otro organizando mi cuarto; Samuel quería cambiar los muebles de este, para su desgracia, yo no quise, no sabia como tenían cabeza para eso. 

-Ya estoy mas tranquila .-le conté todo a Camille, llore por un rato, un rato en el que ella no hizo preguntas, no hablo, me dejo el espacio a mi. Me abrazo, haciéndome sentir que no estaba sola. 

-Me alegra, amiga .-se quedo pensando por un momento -¿Cómo van las cosas con Alejo? 

-Pues, supongo que bien. Ya no me sorprende tanto ver la frialdad que carga, supongo que ya me estoy acostumbrando a su mundo .-dije. La verdad es que, después de ver a Fabian muerto, de matar a Juan, una parte de mi sintió desprenderse del pasado y querer seguir. Sin Gregorio, ni nadie mas aparte de ellos, lo único que me quedaba era acoplarme; no sabia si era egoísta o si debería seguir sintiéndome culpable de sus muertes. Tenía un pequeño caos en mi pecho. 

-Bajen a almorzar .-dijo James, con una sonrisa. ¿Ya era medio día?

Bajamos y Alejandro me dio un vaso de agua y otra pastilla. Dios, ¿por qué se la recibía así como así? ¿tanta confianza le tenía? 

-¿Para qué es? .-pregunte.

-Medicamento para la intoxicación, ya es la última que debes tomar .-dijo con indiferencia, ¿quién entendía a este hombre?

Fui a dejar el vaso en la cocina y después fui al comedor. 

-Las cámaras registraron la llegada de una camioneta negra, sin placas, estaba desde la mañana estacionada. Por otro lado, la persona que corto la electricidad si salió, ¿lo reconocen? .-dijo James, poniendo fotos encima del comedor 

-Es Diego .-dije.

-¿Quién es Diego? .-pregunto Samuel, mientras cortaba la carne en su plato.

-Es mi ex, pero, a parte de Juan y él, habían mas hombres y una mujer era la que daba las ordenes.

-¿Viste la cara de la mujer? .-dijo James, todos en la mesa voltearon a verme

-No .-finalice. 

-Bien. Necesito dirección de ese tal Diego, Dominic y Camille, cambiaremos la ubicación de la bodega al otro lado de la ciudad, necesito que miren como podemos sacar lo que hay allá, Daniel, cancela las clases privadas, nadie mas a parte de nosotros entrara a esta casa, necesito que me acompañes a la sede mas grande de los supermercados, Alejandro y James terminen de averiguar si en esos papeles hay algo que involucre a alguna de las personas que están acá, Verónica no quiero que te despegues de Alejandro, ¿entendido? .-en ese momento le llamaron, pidió disculpas y salió. No había duda de que él y Alejandro eran igualitos. Todos acabamos de comer y Samuel entro de nuevo.

-Era Caleb, al parecer el disparo de Alexander no fue grave. Harán una fiesta y tendremos una reunión, hagan lo que les pedí para quedar despejados del todo y poder ir sin preocupaciones de más. 



Mi Novio el NarcoWhere stories live. Discover now