Mi Novio el Narco

Capitulo 31.

Dorado.

Gregorio

Samuel se aprovecho de la situación y me envió a otro país. Acá vivía la única persona que podía testificar contra él, teniendo también las últimas pruebas que quedaban en su contra. Yo tenía que ver que si le asesinaran y quemaran todo. 

Verónica era una especie de "garantía", Samuel ya no confiaba en nadie y su paranoia era cada vez mas grande, por eso la deje. No por una simple amenaza.

En todo caso, nos hubiera asesinado a ambos si yo no colaboraba, ni Alejandro ni Daniel tenían conocimiento sobre esto y era mejor así. Lo único que esperaba era que, después de explicarlo, Verónica me perdonara. 

Verónica

Alejandro, Dominic y James se adentraron en la mansión, con los escoltas listos para subir al segundo piso con ellos. Camille dijo que Daniel estaba con Samuel allá y aunque Alejandro nos pidió que nos quedáramos acá, no pudimos, no sabíamos que les esperaba allá. 

-Toma .-dijo Camille, pasándome un arma. Nunca había tenido una entre mis manos, no sabía muy bien como tenerla. 

Angelica nos hizo señas para subir, vimos un pasillo extenso y en la última habitación estaba la oficina de Caleb. Escuchamos a alguien llorando, al llegar a la habitación vi a Samuel en el piso con un disparo en el pecho, Alejandro estaba en cuclillas intentado parar la hemorragia, Daniel estaba en un rincón en posición fetal. Caleb tenía un disparo en la cabeza, había otro hombre muerto.

-Ven, Dani, ven .-dijo Camille, abrazando a Daniel.

-Ya perdí a mi mamá, no te lo lleves a él .-decía Daniel, entre lagrimas, viendo al techo. 

-Ayúdame a levantarlo .-le dijo Alejandro a Dominic, quien aun estaba en un estado de shock. Se llevaron a Samuel. 

-¿Qué fue lo que paso? .-pregunto Angelica.

-El hombre que esta ahí, logro infiltrarse entre los escoltas que traíamos. Le disparo a Caleb e iba por Daniel, pero Samuel se metió y pues fue él quien recibió el disparo. Cuando subimos, Alejandro lo amenazo con asesinarle, pero, el fue mas rápido y se suicido .-respondió James, viendo a un punto en el suelo, tal vez pensando que era un mal sueño. 

-Dominic me esta llamando .-dijo Daniel. Contesto y puso el celular en altavoz -nos vienen siguiendo, necesitamos ayuda.

Se corto la llamada, los demás salieron a correr, asustados. Yo voltee antes de salir y vi que al lado del hombre había un sobre dorado, lo tome e intente alcanzar a los demás. 

No había rastro de Dominic y Alejandro por ningún lado, ninguno respondía las llamadas. Camille dio la orden de que los escoltas se quedaran para ver si podían averiguar algo, no se podía descartar la posibilidad de que hubiera alguien mas infiltrado.

Al llegar a la ciudad, nos dirigimos al hospital mas cercano, pero el doctor que estaba de turno, nos dijo que no había nadie ingresado por herida de bala. Quiso revisar a Daniel por las manchas de sangre que tenía en el traje y pregunto si podía llamar a la policía. James le dijo a todo que no, agradeció y salimos; Angelica iba dándole ánimos a Daniel.

Pasamos por tres hospitales mas, hasta que los encontramos. Alejandro estaba cubierto en tierra y barro, igual que Dominic; estaban en la sala de espera. 

-¡¿Dónde lo tienen?! .-grito Daniel.

-Esta en cirugía .-respondió Alejandro, desordenando mas su cabello.

-¿Por qué están tan sucios? .-pregunto Angelica, alzando una ceja.

-Tuvimos que llegar acá pasando el bosque, una mujer paro su auto y nos ayudo a traerlo .-dijo Dominic. Tenía su cabeza contra la pared.

-¿Qué paso con la camioneta? .-pregunto Camille.

-Le dispararon a las llantas .-respondió Alejandro, rodando los ojos.

-¿Por qué no la vimos por el camino? .-dije yo, confundida. 

-Tuvimos que irnos por otro camino, de nada nos sirvió .-Alejandro respondía de mala gana -voy por algo de comer.

Dicho esto, salió. Camille fue tras él; Daniel se sentó al lado de Dominic, tenía su nariz roja y los ojos muy hinchados. Angelica y James se sentaron en otra parte de la sala, yo decidí salir. 

Vi a Alejandro con un cigarrillo en la mano y a Camille gritándole.

-¡Te estas matando, Alejandro! .-decía ella -vives estresado, no comes, no duermes y ¿ahora esto? 

-¡Ya Camille! No necesito de una madre, estoy bien .-respondía Alejandro, restándole importancia a lo que decía la pelirroja.

-Deja de engañarte, Taylor. No, no soy tu madre pero si tu amiga, deja de portarte como un imbécil y escúchame .-Camille manejaba la misma frialdad de los Taylor, la misma mirada y hasta la misma forma de hablar.

-Ya, estoy harto .-Alejandro tiro la colilla del cigarrillo y la piso.

-También estoy harta .-dijo Camille y entro de nuevo al hospital. No me determino, pero, supongo que era mejor así. Alejandro volteó a verme 

-No sabía que fumabas .-dije. La verdad no me esperaba nada de esto, ahora confirmaba que todo lo que estaba pasando lo estaba consumiendo de a poquito.

-Me ha ayudado últimamente con el estrés .-respondió y se encogió de hombros. 

-Tengo que mostrarles algo, ven .-la verdad era que Alejandro no iba a escuchar razones aun, parecía estar en una etapa de negación, lo mejor era esperar. Entramos juntos al hospital, Alejandro le hizo una seña a James y vino hasta donde estaban los demás. Yo saque el sobre y Daniel lo abrió.

-"Esto es solo el comienzo de una bonita tragedia, -J" .