Capitulo 1.

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La revelación. 

"Era un día normal, sábado si quiero ser exacta. Llegue a casa del gym y como de costumbre papá no estaba en casa, me duche, me dispuse a cambiarme, me puse unos jeans anchos, una zapatillas nike y un saco, me seque y alise el cabello, me hice delineado de gato, me aplique mascara de pestañas y labial, solo para tomarme fotos, porque aja. Mientras estaba viendo las fotos, escuche la puerta, al bajar de mi habitación a la entrada, vi a mi padre.

-Tenemos que hablar, Verónica .-dijo con un tono muy serio, a penas me vio bajando.

-Claro, ¿sobre que?

-No soy el abogado ejemplar que siempre has creído...

-Habla claro, Gregorio .-dije con un tono neutro. Le llamaba por su nombre desde que tengo memoria, porque el decirle "padre" lo hacia sentir viejo.

-Que ayudo a gente que no es inocente, gente que a hecho mucho daño, he colaborado con sobornos a jueces, a jurados, le he ayudado a personas que pertenecen al narcotráfico, aquellos "grandes empresarios" que en realidad solo usan sus empresas como cortina de humo, mi prestigio solo se debe a esos casos que he ganado con ayuda del dinero, soy un abogado corrupto.

Dijo sin mas, como soltando un gran secreto y vaya que lo era, los periódicos y sitios web que escribían de él, ponían cosas como "gran abogado que salvo a un empresario de caer en la cárcel por calumnia", "el abogado Gregorio Daddario es uno de los mejores abogados de la ciudad, nunca a perdido un caso", y mientras mi cerebro procesaba la información que acababa de recibir, papá empezó a hablar de nuevo.

-Hace algunas semanas me llego un caso, de un empresario reconocido al que le encontraron nexos con el narcotráfico, me contacto personalmente, le explique como llevaría el proceso de la demanda, aquel hombre me dijo "si yo termino en la cárcel, usted terminara muerto. Pero confió en que lo hará bien y me sacará de esto", seguimos hablando y...

-Espera, ¿cuándo hablaste con él? .-Interrumpí. 

Todo mal con esto. Mi padre defendía lo indefendible, tenía una amenaza de muerte, y lo peor: la naturalidad con la que me contaba.

-El lunes.

-Te amenazan de muerte, ¿y vienes a contarme días después? 

-De hecho, no te iba a contar hasta que acabara el caso.

-¿Qué te hizo cambiar de opinión? .-Dije, aun mas extrañada.

-A eso voy, en el último momento de la charla me dijo "necesito pedirle otro favor, se lo diré el sábado en la noche, lo invito a cenar y por favor, traiga a su hija".

-Pero es hoy...

-Si, así que necesito que subas y te arregles mejor porque la cena será en un lugar elegante.

-¿A que hora es?

-A las 8.

-¿Y que me pongo? .-pregunte, después de 5 segundos mi cerebro proceso lo que había dicho.

-Las cortinas, Verónica .-dijo papá, con un tono sarcástico.

Me reí y subí a mi habitación a cambiarme, mientras analizaba vestido por vestido pensaba en la situación de mi papá y lo realmente preocupante que era que no pudiera ganar el caso... Por otro lado, pues, supongo que siempre tenía ese tipo de amenazas y sabia como manejar esto.

Me puse un vestido rojo, largo, con escote corazón y unos tacones negros, me vi en el espejo por última vez y baje a la sala, allí estaba mi papá con un traje negro, peinado y listo para salir.

-Te pareces mucho a tu madre .-dijo mi papá, algo nostálgico.

Yo sonreí y salimos, subimos a la camioneta y fuimos al restaurante donde nos había citado el "empresario".

-¿Y quien es el susodicho? .-le pregunte.

-Samuel Taylor.



Mi Novio el NarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora