Mi Novio el Narco

Capitulo 33.

Desconfianza.

Alejandro 

Luego del sepelio, se llevaron el cuerpo de la señora, el arma y la maleta. Tuvimos que salir con Alexander hacía una reunión con los socios de Caleb; todos queriendo llevar las riendas de lo que seria de ahora en adelante el cartel, creyendo que el dejar a Alexander a cargo seria un riesgo y terminaría acabando con lo poco que quedaba. 

Tratar con este tipo de gente era peligroso, mas cuando no le seguían las ideas a alguno. El ir como "enviado de Samuel", resulto mala idea, al parecer, la mayoría pensaba que los Taylor eramos culpables de el asesinato de Caleb. Para no hacer largo el cuento, terminaron rompiendo todo tipo de acuerdos o la "sociedad" unos con otros, la mayoría no le apostaba a que Alexander pudiera levantar el imperio una vez construido por su padre, lo que no sabían, era que nos uniríamos.

Loco, ¿no? Pero, era lo único que nos quedaba por hacer; yo tenía una familia que proteger y él, tenía que cuidarse de los demás. 

Camille

Verónica, Dominic, James, Angelica y yo estábamos en el bar, pues, Daniel iba a pelear; rogando que Alejandro no se enterará de esto, porque había prohibido cualquier tipo de lucha y entrenamiento con él, por "seguridad". Era injusto, porque era lo que le apasionaba a Daniel y Alejandro no se lo podía arrebatar de tal manera. 

Las apuestas iban por Daniel, "su regreso" luego de un mes, era algo maravilloso para los fanáticos. Por otro lado, veía a Verónica bastante ida, la noticia del regreso de su padre había sido algo fuerte, mas por el hecho de recibirla después de que una señora de 60 años muriera en sus brazos. 

-¿Estas bien? .-le pregunte. Intente darle su espacio, pero, tal vez lo que necesitaba era desahogarse.

-¿Crees que me diga por qué se le hizo tan fácil irse? .-respondió Verónica. Tenía la mirada perdida.

-Tal vez, pero, ¿por qué te atormentas así?

-Es mi padre, Camille. ¿No te atormentaría el hecho de que se fuera sin ti, quién sabe a dónde? .-tiene razón, debía trabajar mas en como preguntaba las cosas -no quiero hablar mas de eso, mas bien, cuéntame, ¿qué a pasado con Dominic? 

-Vamos mejor que nunca. Siento que estamos recuperando el tiempo perdido, hemos hablado de un futuro tal vez lejano, pero en el que aun estamos juntos .-respondí. Me llenaba de ilusión el pensar que por fin podríamos estar juntos, él había sido el único hombre en mi vida y por ende, el único que quería para el resto de ella -y con Alejo, ¿qué tal? 

-Pues, no nos hemos visto muy seguido estos días, tuvimos una especie de pelea hoy cuando íbamos para el cementerio y es como si el beso no hubiera pasado .-respondió, mientras pasaba las manos por su cabello, la sentía muy desanimada.

-Han sido días difíciles para él, dale tiempo.

-¿No han sido días difíciles para mi? ¿Por qué tengo que esperarlo y acompañarlo yo? ¿Qué a hecho él por mi? Yo no debería estar metida en esto, Dios .-vi como los ojos se le cristalizaban. Antes de poder decir algo, se fue en dirección a los baños. 

-¿Qué paso? .-pregunto Dominic, llegando con tres tragos.

-Creo que la cague .-dije -aun no se me quita la mala costumbre de querer hacer ver a Alejandro como el bueno -agarre uno de los tragos y lo tome de un solo sorbo. 

-La pelea ya va a empezar .-dijo Dominic y nos dirigimos al ring; me preocupaba Verónica, pero, esta vez si le daría su espacio; ¿por qué se me hacía tan difícil consolar a alguien?

Ver a Daniel pelear, era como ver otra persona. Su otra faceta, ya no estaba el chico tierno, solo había un hombre dispuesto a matarte a golpes. Pero, siempre se destacaba el buen manejo de la ira y de la fuerza, gracias a su entrenamiento. Ver que tenía un gran potencial, me llenaba de orgullo; al menos uno de nosotros podía cumplir sus sueños. 

-Alejandro llego .-dijo Angelica, agitada. Aunque si me preocupaba el como iba a reaccionar al ver esto, no iba a intentar tapar el sol con un dedo. Subí al bar y lo vi charlando con James.

-¿Sabes dónde esta Verónica? Necesito hablar con ella .-pregunto Alejandro, al verme. Se sentía una tensión fea.

-Debe estar en el apartamento .-dijo Angelica, detrás de él.

-Gracias .-fue lo único que dijo Alejandro y se marchó.

Dominic y Daniel subieron del sótano, James ayudo con las pocas heridas de Daniel mientras Angelica terminaba de contar el dinero de las apuestas.

Verónica entro de nuevo al bar y detrás de ella venía Alejandro, ambos parecían molestos. 

-¡Alguien de aquí conoce a la persona que nos quiere perjudicar! ¿Quién es? .-dijo Alejandro, de un grito. ¿Cómo era posible?