Capitulo 9.

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Insomnio. 

Me dieron una habitación en el segundo piso, había una cama matrimonial, una mesita de noche, un armario bastante grande y un televisor colgado en la pared. Tenía un ventanal que daba vista a la piscina, a la cancha de tenis y un bosque pequeño, un poco retirado. Antes de subir, Samuel me comento que mis cosas llegarían en la mañana y que si gustaba, podía remodelar la habitación. La misma chica que me recibió cuando llegue, me llevo otra sudadera de hombre, igual o mas grande que la que había usado para la cena, esta vez para poder dormir cómodamente. 

Yo quería dormir, me sentía muy cansada; pero, no dejaba de pensar en que tal vez, el haberme metido en esto, había sido un error, ¿hubiera sido también un error no haberle ayudado a Samuel, y que solo mi padre estuviera en peligro, no solo por la amenaza de Samuel, si no también de los enemigos de este? ¿Qué hubiera pasado conmigo? ¿Papá me hubiese dejado sola? Dios, ¿qué tan mal tengo que estar para pensar en un momento que hice bien y al otro, pensar que hice todo mal?

Baje por un vaso con agua, en la cocina estaba Alejandro, tenía una camiseta blanca y un pantalón de pijama.

-¿Tampoco puedes dormir? .-pregunté. 

-No, baje por un vaso de leche, ¿quieres algo?

-Un vaso con agua, estaría bien. Gracias .-dije, sentí un silencio algo incomodo mientras el servía el agua.

-¿Me perdonas por lo que paso en la mañana? Fui muy impulsivo y no me correspondía decirle eso a Diego .-dijo él, con un tono de voz bajito, como si le costará pedir perdón. Ay, cosita.

-Ya no hay nada que hacer, ya teniendo claro lo que pienso, me atrevo a decir que no volverás a hacer algo parecido, ¿me equivoco?

-No, no te equivocas. ¿Puedo preguntarte algo? .-dijo, mirándome a los ojos, no había prestado mucha atención a estos; pero su color café claro era algo fascinante, nadie negaba que era muy guapo.

-Pregunta pues.

-¿Cómo fue tu relación con Diego? 

-Es una historia larga .-dije, frunciendo un poco las cejas

-Tenemos toda la noche, yo no tengo sueño y por lo que veo, tú tampoco ¿o si? 

-La verdad no, mmm, ¿por donde empiezo?, nos conocimos en una fiesta que dio la madre en conmemoración del abuelo, yo fui con mi padre. Nunca me gustaron esas fiestas, todos se saludan, se sonríen, pero al final de la noche, terminan hablando mal el uno del otro, muy hipócritas a mi parecer. Cuando mi padre fue a saludar a la madre de Diego, nosotros cruzamos miradas, eso de atracción a primera vista; me sentía algo ahogada adentro, salí y me quede en una banca del jardín, a los 2 minutos, Diego se sentó a mi lado, hubo una conversación bastante fluida, él en ese instante me pareció encantador, gracioso, un hombre sencillo. No puedo decir que me enamore en ese momento, pero, si me había gustado mucho. Empezamos a salir, a ir a restaurantes, parques, o simplemente a caminar, me visitaba o yo iba a visitarlo. Tengamos en cuenta de que en esa época yo salía muchísimo, mas que todo a fiestas y clubes nocturnos, ¿si me estoy haciendo entender? 

-Perfectamente, sigue .-dijo Alejandro, con un tono de voz que denotaba interés por la historia.

-Entonces, al momento de hacernos novios, fue como un sueño hecho realidad, estaba muy feliz, nunca le oculte quien era, no le decía mentiras, nada, el sabia que ritmo de vida llevaba y pensé que eso no seria un problema. Después de un mes, empezaron las discusiones, si salía, tenía que salir con él, o decirle con quien iba a salir, a donde, a que hora salía y a que hora llegaba, tenía que responderle siempre el celular o se enojaba, en ese tiempo yo salía con un grupo de cuatro hombres y dos mujeres, él siempre buscaba la manera de celarme con alguno de los cuatro, y empecé a escucharle comentarios tipo "Es que tu ya no me quieres, me vas a dejar por otro, los prefieres a ellos, ya no soy lo suficientemente importante para ti", yo me empecé a cansar, de hablarle, de explicarle, de pedirle que cambiará. 

Por mi parte, me aleje mucho del grupo, deje de salir por tenerlo feliz, "cambie", porque no quería perderlo, pero al final, me termine perdiendo a mi misma. Cuando nos veíamos me revisaba el celular, eliminaba hombres que tenía agregados a mis redes sociales, así varios meses. 

Un día lo encontré con quien decía ser mi "amiga", no era la primera vez que hacían algo a mis espaldas y muchas personas lo sabían. No fue fácil digerir esa decepción, por mucho tiempo me rogo al punto de obsesionarse conmigo y es la hora en la que no me lo puedo quitar de encima. Aunque tuve intenciones de perdonarlo, la indecisión fue la responsable de que no lo hiciera. Eso y que estaba segura de que el no lo valoraría, que quien sentía amor en esa relación era yo, no él. Todo eso me consumió y me obligo a perder mi brillo. 

Ahora estoy bien y estoy tranquila, creo que eso es lo que mas le duele, verme así porque estoy sin él. 





Mi Novio el NarcoWhere stories live. Discover now