Mi Novio el Narco

Epilogo.

Verónica

Día con día escribí lo que iba viviendo, era una aventura nueva, nuevas experiencias, nuevos sentimientos. Ya no había tiempo de describir mi vestuario o un lugar en específico, solo era yo viendo que resultaba de lo que estaba pasando.

Pase de tener una vida superficial, a conocer personas encantadoras y estar con el amor de mi vida.

Cada uno puso su granito de arena en la historia, sus puntos de vista en diferentes situaciones, a pesar de que Camille se viera como una vieja fastidiosa, Angélica como una de las malas al principio, Alexander como un villano, así llorará cada vez que le alzaban la voz. Fue una manera de dar marcha atrás, de ver que errores cometimos y que llevo a Daniel a tomar la decisión errónea. James, Dominic y Alejandro eran los más ilusionados con acabar la historia, nuestra historia.

Escribiendo entendí que todos pasamos por cosas duras y que una de las razones por las cuales no nos parábamos a pensar en si lo que hacíamos era correcto o nos estaba haciendo daño, era porque no teníamos tiempo; no estábamos viviendo, estábamos sobreviviendo.

Sanar ha sido un proceso extenso y complicado, pero cada uno logro superar de a poco lo que más lo atormentaba. También hay que darle crédito al pequeño Daniel, que a pesar de intentar sacarnos canas a sus terribles dos años, nos ha dado un motivo para soltar el pasado y darle una vida excelente, lejos de lo que fuimos en algún momento.

O bueno, lejos dentro de lo que cabía.

Mi novio seguía siendo un narco y con Samuel retirado, quien estaba a cargo era él, teniendo a sus mejores amigos de socios, convirtiéndose en unos de los carteles más poderosos y temidos.

-Te amo, preciosa –Alejandro beso mi frente.

Tendría que irse por una semana. Estábamos en el aeropuerto y el apunto de abordar en su avión privado, todo un lujo si me lo preguntan.

-Te amo más, guapo –pause, para poder verlo –te tengo algo.

Hice una seña y uno de los guardaespaldas le entrego el manuscrito de la historia –ya tienes algo que leer durante el viaje.

-¿Qué mejor despedida que esta? –dijo y sonrió.

-Es un hasta pronto, cariño –finalice. Él tomo la pila de hojas, me beso y se marchó.

Ya pasados unos minutos, salí al parqueadero a buscar la camioneta, pensando en que haría mientras Alejandro no estaba.

-Señorita Daddario, tiene que ver esto –dijo mi asistente, mostrando su celular.

"-En una ardua investigación, logramos obtener pruebas irrefutables de que Alejandro Taylor sería el cabecilla del Cartel de droga que azota en este momento al país. Recordemos que su familia ya había estado envuelta en escándalos parecidos hace dos años, casos que fueron cerrados por un juez por falta de evidencias"

Luego de mostrar un fragmento de video en el que el juez hablaba y fotos de todos nosotros en varios lugares, el periodista siguió hablando.

"Alexander Johnson y él, fueron vistos juntos hace unos pocos días en una reunión familiar en la mansión Taylor, confirmando así, sus conexiones. Esta es una pequeña muestra de todo lo que tenemos para que por fin, la violencia pare. Muchas gracias".

-Viene una oleada de periodistas para acá, tenemos que irnos –dijo el chofer. Asentí.

Con miedo y temblorosa, me quedaba esperar a que Alejandro se comunicará conmigo para contarle, si es que no lo sabía ya.

Narrador omnisciente.

"¿Dije fin? Tal vez no. Verónica tiene mucho que contarles y mientras eso pasa, volverá al drama que pensó, quedaría enterrado"