Skinny love ♡

Capítulo treinta y tres parte 2: navidad y un regalo bajo el árbol

La navidad era una época para celebrar y pasar en familia. Era época de buenos deseos y de familias intercambiando regalos debajo del árbol. 

O en su defecto, estar borracho a las dos de la mañana en una fiesta navideña llena de solteros. Eso no estaba pasando este año.

Hayden había puesto algo de jazz mientras preparaba la mesa, había sacado una vajilla muy bonita que parecía coreana, los platos eran de lo más variados. Había conseguido un lugar de comida argentin y había encargado sanguches de miga de jamón y queso, y por otro lado  había una fusión entre comida coreana y platos estadounidenses. Ibamos a comer por dos años.

Saludé a Stefy quién preparaba un pollo al horno junto a Dios Griego para la cena y ambos lucían sonrientes y felices, tan cómodos juntos. Saludé  a Rebecca que se había vestido de mama noel y había decorado toda la casa con la temática navideña, al parecer ellos también lo iban a celebrar solos. Bibi estaba pasado de copas y recién eran las ocho, eso me preocupo pero no podía hacer nada, en dos días terminaría la cuarentena y podría volver a mi depto a dormir en mi cómoda cama.

Se había pasado rápido el tiempo, y Hayden no me había vuelto a tocar en ese tiempo. 

Se había mantenido atento a mi alrededor pero distante a la vez... Y no tenía el valor de tocar el tema.

Quería volver a mi vida, porque los últimos días se habían sentido...

Cómo el día que jugamos monopoly al lado del árbol sobre la alfombra, o la vez que nos dormimos viendo una película... Cuándo estábamos juntos solíamos estar ocupados teniendo sexo, pero aquello...

Caímos en una especie de rutina de desayunar viendo Nueva York amanecer antes de ponernos a trabajar en silencio, sólo disfrutando del día. Hayden le ponía dos terrones de azúcar a su café y le gustaban las tostadas apenas quemadas, no le gustaba la mermelada y odiaba que le hablaran apenas se despertaba.

Cuándo algo le preocupaba, cerraba sus ojos y respiraba hondo, para luego seguir en su tarea. A veces podía quedarse absorto leyendo revistas científicas e incluso olvidar encender la luz si se iba la luz natural del día. Le gustaba su rutina y siempre vestía pantalones de pana y calcetines de lana los días de frío. A veces fumaba unos cigarillos largos negros de etiqueta dorada luego de una larga junta... Su cabello había vuelto a crecer y ahora rozaba su barbilla, se había dejado un poco la barba. Las gafas habían vuelto a ocupar su cara y se sentía más familiar, cómo el viejo Hayden que conocí.

También Hayden no decía cuándo algo le molestaba, era demasiado respetuoso para eso. Miré a mi alrededor.

Todo lucía un poco más desordenado, había cosas mías por todo el salón, mi laptop rosa, mi manta de dormir, mis calcetines de lana. Mis guantes estaban en la cocina... 

Había decorado algunos lugares de la casa con muñecos de navidad divertidos. Incluso había puesto un felpudo en la entrada nuevo.

Miré mi atuendo, había escogido un vestido rojo de tirantes fino bastante ligero debido a que hacía calor dentro de la casa a pesar de que estaba nevando fuera. Habíamos pasado más de media hora en la terraza viendo nevar la primera vez. Incluso había abierto mi boca cómo una niña para probar la nieve. 

Había encargado un libro para Hayden, después de mover algunos hilos lo había conseguido autografiado del mismo autor, al fin y al cabo era su asistente, tenía un sinfin de contactos debido a mi trabajo. Había llegado esa misma mañana,  y lo tenía en mi habitación debajo de la cama envuelto en papel de regalo. Esperaba que le gustara, nunca había sido buena regalando cosas a hombres, asique era mi primera vez  en esto.