Capítulo trece: un DM de mi jefe

2.1K 197 6
                                    

Suspiré mirando hacia la puerta mientras mordisqueaba un pedazo de bocadillo de pavo sin sal.

Bueno, mi jefe era un poco más cool de lo que yo pensaba y qué.

No es cómo si me gustase.

Sonreí recordando cuándo comenzó a comer la hamburguesa triple que había pedido para él, sus ojos se desorbitaron por un momento, y fue gracioso verlo comer una hamburguesa de apenas unos dólares en un traje que podría valer todo mi sueldo. Su cabello ondulado se había soltado un poco dejando caer algunos filamentos sobre su cara. Su cutis se veía limpio incluso en la semi oscuridad del coche, tersa y suave piel sin rastro de bello facial. Estuve tentada de tocarle la mejilla sólo para ver si su piel era tan suave cómo parecía, a pesar de ser unos cuántos años mayor que yo, no tenía rastro de arrugas por la edad ni arrugas de expresión, no sonreía demasíado al parecer.

Estábamos tan cerca, comiendo a la par mientras los vidrios estaban bajados dejando entrar la fría temperatura de la madrugada...

Cerré mis ojos.

Olía a hamburguesa y a chico, era mi mezcla favorita.

Volví a concentrarme en mi comida pero mis ojos se desviaron hacia el muñeco de la cajita feliz que él había comprado para mí...

Fruncí mi ceño, bueno sí, había comprado una cajita feliz para mí, no era para tanto.

Cuándo el tiempo pasó me tensé al verlo pasar por el pasillo de la puerta abierta hablando por teléfono, era estúpido, sí, quizás había estado algo achispada y había llevado a mi jefe al McDonald's fuera de la ciudad, y quizás le obligase a comer una hamburguesa grasosa y llena de colesterol... Pero había sido divertido.

De cualquier manera, la relación bizarra que estabamos teniendo, no estaba justamente siendo la de una asistente-jefe.

Toda mi incomidad que pudiese tener el lunes, se esfumó para el viernes, cuándo ya literalmente lo estaba odiando de nuevo, incluso había mirado con furia al pequeño juguete de plástico que olía a hamburguesa... Él se había dedicado a cargarme de trabajo, una de las reuniones no se había cerrado y la empresa había perdido un contrato de un casi un millón de dólares, malas noticias.

Tomé un trago largo de mi café mientras intentaba redactar lo que mi odiado jefe había pedido para mí cuándo recibí un mensaje en mi teléfono. Al desbloquearlo me encontré con un mensaje en instagram, extrañada lo abrí y tosí un poco tapando mi boca al ver quién era.

 Al desbloquearlo me encontré con un mensaje en instagram, extrañada lo abrí y tosí un poco tapando mi boca al ver quién era

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Llevé mi cabeza hacia su oficina al otro lado de mi pared sorprendida. Sentí mis manos picar por un momento y miré el mensaje nuevamente.

Parpadeé sin saber qué contestar, ¿10cm estaría en Nueva York? Tenía vagos recuerdos de haber compartido esa información con mi jefe, sí, puede que me gustase un poco mucho... Un concierto...

Sabía que él recibía muchas invitaciones para eventos, le estaba dándo demasiadas vueltas...

Era una chica que moría por las rebajas, ¿algo gratis? DÍ SÍ SIN DUDAR NI PENSAR.

Por eso, cuándo decidí programar una salida fuera del trabajo con mi jefe no lo pensé demasiado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Por eso, cuándo decidí programar una salida fuera del trabajo con mi jefe no lo pensé demasiado...

¿Era una cita? NO.

Contesté rápidamente sin darle importancia pensando que era bueno tener ese nivel de confianza con él, esperando su respuesta.

Sentí mis mejillas sonrojarse cuándo me dijo que pasaría por mí a las ocho y media, sólo eran nervios, porque saldría con mi jefe a un concierto.

¿Qué tan normal era eso?

Bueno, quizás tuve que saberlo en ese momento, no había sido una buena idea...

Skinny love ♡Where stories live. Discover now