Capítulo treinta parte 3: desde Seúl con amor

1.7K 166 44
                                    


Maratón 2/2

El viaje fue rápido y pude ver un impresionante palacio de noche completamente iluminado con una gran fila de coches bajando a los invitados que iban a asistir al evento. Había cobertura incluso televisiva, los flashes volaban de un lado a otro y había incluso varios entrevistadores en el lugar.

Al bajarnos, tuve ayuda de un miembro del staff que acomodó mi vestido y se comunicaba por un walkie tolkie. La alfombra roja llevaba directo a la entrada, donde varios paparazzis sacaban fotos, pude ver a Rebecca, wao, esa chica era fuego. Llevaba un hermoso vestido rojo oscuro en forma de sirena con pequeñas mangas en sus hombros que caían gráciles junto a una bonita cola de caballo rizada, a su lado el rapero también vestía a juego un traje del mismo color y llevaba su cabello recogido y largo en un moño. Ellos llamaban la atención de casi todo el lugar a pesar de que él no sonreía y ella lucía risueña a su lado, había más celebridades que había visto en doramas, mi lado fan gritó un poco por dentro.

-¡Kiongnam! ¡Kiongnam!

Él me tomó suavemente de la espalda llevándome hacia la alfombra.

-Sólo sonríe, será un momento...

Nunca me habían tomado tantas fotos en mi vida, estuvimos casi diez minutos cruzando la alfombra, tenía a un miembro que acomodaba mi traje cada dos segundos, me sentía gelatina.

-¿Por qué ellos me toman también fotos?

-Porque eres mi acompañante.

-¿Podías venir con acompañante y yo tuve que venir?

-La comida es muy rica aquí dicen...

-¡Kiongnam! ¿Cómo estuvo tu estadía en Seúl?

-Fue me temo por tema de negocios que he venido, pero estoy disfrutando de mis días.

-¿Es cierto que vas a casarte?

-Sólo rumores, nada que sea cierto...

-¿Quién te acompaña esta noche?

-Angélica Colard, ella es mi acompañante.

Sonreí a la cámara mientras él tomaba mi cintura y nos dirigíamos a las enormes puertas abiertas. El lugar era enorme, estaba muy bien decorado de una forma tradicional y me sentí muy en Asia por un segundo. La gente lucía salidos de una pasarela, con diseños únicos e impresionantes, y de nuevo las mujeres eran tan flacas que apenas llenaban sus vestidos. Tomamos una copa de champaña cada uno y caminamos por los alrededores, rápidamente algunos viejos coreanos se acercaron con sus esposas, al menos ellas me sonrieron. Después de casi una hora sentí mi estómago pidiendo comida, nos dirigimos a los jardines, en donde habían dispuesto pequeñas mesas redondas, me sentía extraña sentada rodeada de altos mandos, pero por suerte nuestra mesa estaba compuesta por casi todos extranjeros. Hablaban en un animado inglés, y descubrí que Hayden incluso podía ser gracioso, hacían chistes sobre finanzas. Tan nerds... La comida volvía a ser miniatura y parecía más diseñada como decoración en sí. Los camareros iban de un lado a otro, vi a Alec quién me hizo señas y me levanté disculpándome yendo hacía el.

-¿Tomamos una copa?

-Suena genial.

Su traje era en color oro, se veía como una vieja estrella de cine con su cabello peinado hacia atrás. Fuimos a la barra libre y pedimos unos tragos, suspiré mirando a mi alrededor.

-Ahora en el café, es cuando se discuten algunos negocios importantes, es la parte más aburrida, lo bueno es que no hacemos falta para nada -dijo feliz tocando su cuello-. Tengo tanta hambre, apenas comí para entrar en este traje.

Skinny love ♡Where stories live. Discover now