Skinny love ♡

Capítulo once parte dos: los uber están pasados de moda

Hayden salió por la apuerta esquivando a la gente que estaba fumando en la entrada del local, estaba cansado, y había estado alrededor de dos horas allí dentro, había sido suficiente.

No entendía porqué había aceptado ir a aquel club a celebrar el cumpleaños de Yujin, se le hizo extraño que ella hubiese decidido hacerlo en un sitio así, pero tenía fama de tener las mejores bebidas de la ciudad al menos hasta ese momento. Sus amigas habían estado toda la noche analizando su comportamiento para con ella, se había apiadado de los otros hombres que también habían acudido. No había bebido, porque eso no era lo suyo, además había ido en coche por lo tanto tampoco hubiese podido hacerlo.

Yujin había intentado sacarlo a bailar, intentando sacarlo de los reservados para cuándo vió a Angélica entre la gente pasando junto a una chica y dos hombres.

Era ella, llevaba el blazer negro que siempre usaba para la oficina, y unos jeans apretados, parecía más alta y se dió cuenta que llevaba tacones, además de la coleta alta de caballo.

Entonces mientras la miraba, ella se giró casi cómo si supiera que la estaba mirando, y ambos se vieron mutuamente. Hayden bajó su cabeza rápidamente en un disimulado saludo pero alguien se puso entre ellos y la perdió de vista.

Se alegró, cuándo las amigas de Yujin se fueron a la pista con ella, tenía una excusa para mirar hacia allí, Angélica apareció pero esta vez sin su blazer mostrándo un top hasta su cintura que bajo las luces negras de la discoteca, llamaba más aún la atención hacia sus grandes pechos.

Hayden se volvió a preguntar, cómo era posible que ella respirase en esa cosa.

Las siguientes dos horas, la vió bailar con una chica, un poco más delgada que ella y rubia junto a dos hombres, uno de ellos tremendamete bajito.

No se había equivocado, ella bailaba a un ritmo caribeño o algo por el estilo, en español, sus movimientos era seguros, fluidos y se restregaba cada poco tiempo contra el gran hombre que los acompañaba. Las mujeres que bailaban vulgarmente nunca habían llamado su atención, pero se había encontrado siguiendo sus pasos durante la siguiente hora. Ella lucía un tanto borracha, a medida que el tiempo fue pasando, sus movimientos eran menos gráciles y de alguna manera Hayden estaba ligeramente preocupado.

Había bebido demasiado, ellas habían comprado su peso en bebidas cada una, pero Angélica tenía sus mejillas rojizas al igual que parte de su escote y de todos parecía la menos ebria.

Luego ella se había ido con el hombre a algún lado y las otras dos personas habían desaparecido también, y Hayden había decidido marcharse, mañana tenía que ir al gimnasio temprano. Se despidió de Yijun, quién aún seguía contenta con la pulsera que le había regalado brillando en su muñeca. Saliendo del club pudo ver al hombre pequeño y bajito besándose en la oscuridad con alguien más.

Caminó por la calle rumbo a su coche, que lo había dejado a una calle de distancia. Entonces pudo ver en la acera del frente a alguien tironeando de su muñeca. Era Angélica, con aquel hombre, ella parecía mirar hacia el club y lucía incómoda.

—Hm, realmente no creo sea una buena idea, ¿sabes? Aún quiero ver a mi amiga primero...

—Pero linda, luego, luego la llamas, ahora deja que te lleve a un sitio más intimo...

Hayden no entendían lo que decían pero se acercó de espaldas a Angélica de todas formas, el hombre lo vió venir y frunció su ceño.

—¿Angélica?

Ella se giró mirándole con sus ojos brillantes. Al reconocerlo no se le pasó que su mirada, parecía de alivio.

—Hayden...