Capítulo treinta parte 2: desde Seúl con amor

1.5K 168 21
                                    

MARATÓN 1/2

Odiaba Seúl y sólo eran las 9 de la mañana. Suspiré subida a unos carísimos tacones que constaban según la estilista, miles de wones, cómo sea, los tacones transparentes eran hermosos, HERMOSAMENTE INCÓMODOS.

Mi humor era de perros, apenas había comido una tostada con café cuándo el señor-soy-multimillonario-pero-me-hago-el-humilde me dijo que nos pusieramos en marcha. 

Era el segundo día en la feria BISHO, y además tenía una reunión con una empresa que tenía algunos contratos pendientes por la tarde, asique sería un día largo. Me ajusté mi bolso donde llevaba todo lo necesario para ser una buena asistente. Tuve que reconocer que saber y hablar coreano me había servido en muchos aspectos ya que apenas hablaban inglés la gente del staff del evento y considerando que casi mi único contacto era con ellos...

Los flashes me cegaron cuándo bajamos del coche, algunos gritaban el nombre coreano de cheque mientras entrábamos por la alfombra roja junto a dos guardaespaldas. ¿En qué momento tenía guardaespaldas? Él ni siquiera se detuvo a tomarse fotos, parecía un poco molesto al respecto. Fuimos directo a una charla que comenzaba a las nueve y media, me senté al lado de cheque sintiendo mi falda tubo ajustarse demasiado en mi cintura, ¿la estilista no conocía la talla 52?

Cuarenta minutos después me dolía el abdomen y tenía una marca roja, suspiré taconeando siguiendo a mi jefe cómo un maldito perro por todo el salón, me presentaba a todos con los que hablo, incluso había un diputado, todos apenas me dieron la hora, ni que los fuera a volver a ver. Todos poseían preciosas chicas esqueléticas a su lado, que lucían como si no hubieran comido en al menos en una semana, a lo lejos pude ver a Rebecca luciendo un hermoso vestido vaporoso de flores largo, resaltaba entre la gente por su larga cabellera roja y su cuerpo reloj de arena. A su lado estaba el chico de ayer vestido completamente de negro e informal de nuevo, lucía francamente intimidante cómo si no quisiera estar ahí. Ella me saludó haciéndome un gesto con su teléfono en la mano. Revisé el mío para ver un mensaje suyo para almorzar juntas.

Dos presentaciones después, dejé a Hayden sabiendo que él se iría al restaurante al aire libre que habían montado en un hermoso jardín, donde se llevarían a cabo algunas comidas de negocios a puertas cerradas con las personas más influyentes del país. También se reunirían algunas celebridades entre las que se encontraba el rapero, Rebecca me sonrió reuniéndose conmigo en el gran salón ahora casi vacío mientras ambas salíamos al sol radiante de otoño de Seúl.

—Espero no te moleste pero pensé que querrías comer cerca del evento —dijo ella sonriéndome mientras caminábamos hacia un edificio cercano.

—Oh si, si desaparezco a cien metros de Hayden empezaré a recibir llamadas suyas... 

—En la terraza tienen un restaurante parisino sencillo  y acogedor, ya verás.

Cuándo Rebecca me dijo sencillo y acogedor no pensé me transportaría  a Paris de golpe, estaba exquisitamente decorado, y la verdad todo recordaba a Francia, las mesas de madera pequeñas, las plantas por todos lados, pequeños manteles de cuadros... El olor a pan caliente inundaba el lugar y entonces mi estómago que se había estado alimentando con minúsculos platos cobró vida.

—¡Ya era hora...! —Dijo Alec haciéndonos un gesto con su mano.

Este chico de verdad parecía un modelo, vestía ropa a medida y esta vez llevaba un traje color menta con una camisa blanca y algunos accesorios. 

—Ya estamos aquí, no nos dejaban ir

—¿Podemos pedir vino, champaña, no sé... UN WHISKY? —Dijo haciendo señas al camarero.

Skinny love ♡Where stories live. Discover now