Capítulo treinta y uno: una despedida agridulce

1.7K 177 40
                                    

Desayunamos en el hotel mientras mirábamos el cielo soleado fuera por los enormes ventanales.

—¿Organizaste los pasajes de mañana?

—Sí, mañana a las cuatro deberíamos estar llegando al aeropuerto en Incheon.

—Hoy es tu día libre, asique puedes ir donde desees —murmuró él consultando la televisión un canal de economía mirando la bolsa.

—¿No verás a tus padres...? —dije comiendo un croissant relleno de jamón y queso.

—La última vez que intenté eso casi termino comprometido forzosamente, no pienso volver a verlos.

—¿Entonces... ? Hm...

Él se giró mirándome un momento. Llevaba un sweater de rayas azul y unos jeans con zapatillas, era el primer día que no lo veía de traje y peinado, se veía mucho más relajado.

—Entonces tú y esa mujer... Young Soo...

—No somos nada, ella es la hija de unos amigos de mis padres, pero en realidad apenas la conozco, no fuimos cercanos siendo niños... No me casaría con ella ni por toda Corea.

—¿Qué harás hoy?

—Planeo ir al Museo Nacional, disfrutar de un buen té de loto y a la noche planeo ir a un café concierto que dará 10cm... Tuve mucha suerte de enterarme que estaba en la ciudad. 

—¿El que fuimos a ver en Nueva York?

—Ese mismo... 

—Hm, no sé donde ir la verdad...

—Puedo recomendarte lugares si deseas ir a ver ropa, cosméticos, también hay muy buenos spas...

—Me gustaría ver lo más tradicional de tu cultura...

¿De dónde salió eso?

Mordí mi labio nerviosa y sonreí encogiéndome de hombros.

—No creo que Rebecca pueda acompañarme pero si me das indicaciones puedo llegar con mi gps...

—Si quieres, puedes acompañarme, podríamos ir a algunos lugares...

—¿No te molesta?

—Claro que no, tan solo llevaba un abrigo.

Nos pusimos en marcha caminando por las calles, pude ver a varias parejas vistiendo igual, eso volvería loca a Stefy... Llegamos a un parque en donde vi a muchas personas haciendo pequeños picnics, caminamos atravesando el parque llamado Yongsan, hasta un museo de tres pisos, la entrada era gratuita pero Hayden pagó para ver dos exposiciones temporales, recorrimos el lugar viendo cuadros, algunas esculturas, sacamos algunas fotos y pude ver la exposición de Van Gogh que estaba de forma temporal, jamás había visto sus cuadros en vivo y en directo y no pude emocionarme un poco. Observé a Hayden muy concentrado, viéndose completamente nerd y estirado, y sonreí ligeramente negando. Recorrimos los tres pisos y volvimos paseando por el parque, a pesar de ser otoño la temperatura aún era muy agradable.

—¿Te gustó?

—Nunca había visto tantos cuadros juntos... La exposición de esa pintora japonesa... es impresionante... 

—Es casi la hora de comer, tomemos un taxi para ir al mercado Namdaemun.

—¿Un mercado? 

—Sí, creo que te gustará.

Me sentía en una película, el mercado eran calles enteras de puestos de comidas callejeros y ventas de todo tipo, todo con carteles en coreano y con mucha gente a nuestro alrededor, había muchos callejones y estaba segura que podía encontrar lo que buscara. Los olores y los colores me tenían babeando por todos lados. Recorrimos algunos puestos y aproveché para comprarme unos pañuelos y recuerdos que me llevaría para los chicos. Además visitamos tiendas de fotografía y Hayden compró una cámara antigua de rollo. Luego me guió tomando mi mano hacia un pequeño puesto de comida, la mujer que atendía pareció reconocerlo y lo saludó de forma amistosa. Pidió algo que no entendí y miré alrededor, esto no se parecía al Seúl que había visto estos tres días, todos vestían de forma más casual, había muchos extranjeros y las mujeres se veían más normales en cuanto a su talla. 

Skinny love ♡Where stories live. Discover now