||Thirty||

7.6K 1K 360
                                    




Consejo del albino ciego:
No bebas latas energéticas y mucho menos comas barras de chocolate al mismo tiempo.

(Ah, pero si se trata de él, sí lo hace)

***

Con la suficiente información que nos dieron aquellos chicos y el anciano bastaría para ir al puente Yasohachi, algo que en mi interior grito: ¡no quiero! Pero tengo qué. Demonios, y justo ya será de noche. Para la misión será más fácil, así podríamos encontrar el problema, acabarlo e irnos y todos felices. No obstante, mi pobre corazón ya está harto de latir alocado por lo espeluznante de todo esto. No quiero parecer cobarde en esta situación, ya he afrontado estos tipos de miedos.

—Tiene que ser allí. —indica Akari.

—Ya fui una vez al puente Yasohachi. —comenta Megumi y parece sopesar.

Fruncí el ceño con duda. ¿También hizo la prueba?

—¿Saltaste? —le preguntaYuuji. Y Megumi no tarda en alzar su brazo para golpear al pelirosa, algo que evité con mi energía maldita.

—Atrás, matón. —le dije mientras abrazaba a mi amigo como si fuera un tesoro. (Lo es).

Los ojos verdes de Megumi me apuntaron. Extrañamente obtuve su atención, luego continuó hablando como si nada:

—Es fácil que las maldiciones arraiguen en lugares embrujados o escuelas, así que solemos hacer rondas regulares —De nuevo me miró por un segundo y entrecerró sus ojos un poco. Siguió—. Pero no vi nada raro cuando fui. Puede que tenga cierta fama, pero aún se usa como un puente normal.

—Aun así, tenemos que ir. —propuso Nobara, con cierto aire de héroe, y al mismo tiempo arrojando una lata de bebida al tacho de basura que tenía a unos metros.

Yuuji y yo alzamos el pulgar: buena puntería.

Nobara sonrió totalmente halagada.

—Esperen. ¿Iremos ahora? —pregunté volviendo a alarmarme—. Pero ya será de noche.. —señalé el cielo, el atardecer desaparecía.

—Quizá de noche aparezca lo que buscamos, Alice. —objetó Akari.

—¿A la llorona? —puse los ojos en blanco.

Todos rieron al ver mi expresión, excepto Megumi, él estaba algo pensativo.

Todos se encaminaron al auto mientras yo volví a pensar en si fingir una convulsión sería buena idea para volver a la preparatoria. Pero justo antes de subir al auto, el señor vuelve a aparecer y llama a Megumi para preguntarle acerca de una tal "Tsumiki".

Fue extraño oír una risa a lo lejos, pero me pareció más extraño la cara de Megumi, una indescifrable. Sin embargo, no tardé en ver un ápice de preocupación en sus ojos, como si recordara algo. Me impresionó ver eso en él, y lo logré al asomarme lo suficiente para ser vista por él también.

Colocó su mano sobre mi rostro y me hizo retroceder.

—Ella está bien. —le respondió al señor.

—¿Quién es Tsumiki? —Esta vez fuimos tres cabezas preguntonas frente a él.

Se quedó en silencio un momento, traía la mirada perdida en él mismo, como siempre, pero también estaba al tanto sobre lo que lo rodeaba. Y me pregunté si algún día el corazón de Megumi podría distenderse con nosotros.

—Mi hermana mayor. —contesta finalmente con voz baja.

¡¿Hermana mayor?!

Puedo jurar que Yuuji, Nobara y yo tuvimos la misma expresión: atónitos. ¿Por qué? Pues porque este chico es difícil de descifrar.

𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora