||Especial navideño||

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Esta vez yo lo haré llorar y sufrir...

Él me las pagará.

Cada broma.

Yo provocaré sus lágrimas con..

¡Mis galletas! Moví la mezcla del tazón con entusiasmo y precaución, todos los ingredientes que agregué eran los más picantes de Tokyo, aunque la mayoría venía de México. Un pedido que tardó en llegar pero que valdría la pena.

Di un vistazo a la ventana, el cielo oscurecido, ya era de noche. Noche buena. Mi ropa de dormir tiene restos de la preparación, desde que desperté me había dirigido a la cocina y me dispuse a ver tutoriales en YouTube. Algo que no fue tan fácil por tener en mi lista otros videos que no había visto, me distraje.

Y lo peor que fue con novelas que salían en partes, obligándome a buscar la segunda parte, tercera parte y así.

No obstante, el tiempo no pasó tan rápido, así que terminé la mezcla mucho antes que la cena. Y tenía de sobra mientras se horneaban e iba a cambiarme.

Eché la mezcla en el molde, con una sonrisa maléfica en mis labios, viéndome totalmente como una bruja. No puedo esperar para ver su cara, necesito vengar todas la veces que él aparecía de la nada y me asustaba.

Con un dedo tomé un poco para ver si ya estaba en su punto. Pero tan pronto estuvo cerca a mi boca lo alejé. Por poco caigo en mi propia trampa.

Miré con cautela ambos lados, asegurándome de que nadie me viera, entonces vertí el toque final; un poco más de polvo picante. Y ahora sí que me vi con una maldad en todo su esplendor. Reí entre dientes, polvoreando la masa.

Pero tan pronto recibí su mirada severa mientras arqueaba una ceja en mi dirección, todo en mí cambió como si un demonio fuera bañado con agua bendita y ésta lo purificara en segundos. Me vi tranquila y hasta le sonreí a Nanami mientras metía el molde al horno.

Había olvidado que él estaba aquí, sentado en uno de los sofás de la sala de reuniones de la preparatoria, este lugar donde los estudiantes pasamos más tiempo, ya que es espaciosa, cálida y también hay una barra y cocina.

—¡Alice! —Yuuji entró corriendo y se puso detrás mío como un niño escondiéndose. Por alguna razón miré en todas las direcciones como si fuera a encontrar el peligro que lo atormentaba, no había nada, entonces le miré.

—¿Qué ocurre? —intenté voltear, pero él no me lo permitió.

—¡Dónde estás, idiota! —Nobara fue la siguiente en entrar, dando una patada a la puerta, mostrando el enojo pintado en su cara, sus ojos acecharon toda la habitación, por un momento yo iba a ser la siguiente en esconderme, pero resistí. Y con eso, ya sabía a qué venía todo esto—. ¡Ya te vi! —señaló detrás mío, y apretó el martillo que sostenía con furia, Yuuji se escogió como un insecto mientras Nobara dio pasos fulminantes—. ¡Quiero mi regalo, ahora!!

¿Tener miedo de Nobara? Pff... claro que sí, y mucho.

Pero extrañamente me siento con un escudo de valentía, y lo que me saca de su amenazante mirada es lo mencionado. ¿Regalo? Caí perdida por unos segundos. Luego recordé lo que planeamos unos días antes: amigo secreto. Qué raro que Yuuji le deba un regalo. Se supone que a mí me tocó darle uno a ella. Uno que me costó encontrarlo.

—Te mataré —Nobara tomó la bolsa de harina, y de inmediato me hice a un lado, ella lo tomó con fuerza y lo lanzó hacia quien estaba escondido detrás mío, y claro que hubiera sido un tanto divertido, y sin embargo era todo lo contrario al haberme usado de escudo de nuevo—. Oh..

Soplé la harina que tenía en la boca, y con las yemas de los dedos limpié mis ojos para retirar los retos y verlos. Detrás mío, oí su risa que, al instante, calló. Luego la de Nobara, que también calló cuando agarré un cuchillo pareciéndome como todo un Chucky.

𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora