𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisen

||Five||

Un naranja explosivo en el equipo Rocket

Mantenme en las jaulas
Bajo control
Corriendo en la oscuridad para encontrar el este del Edén

«East of Eden - Zella Day»

***

¿Mi primera mañana en este lugar? Pues.. fue cómoda. Y más por la suave cama y la tranquilidad del lugar. Sinceramente no creí quedar dormida tan rápido por tener un lado de mí en alerta, bueno, siempre hay que estar alerta.

No desperté por la alarma de mi reloj, ya que ayer al sacar todas mis cosas, dejándolas en el suelo y otras sobre la cama junto con mis libros; Satoru había encontrado otro con "dudosa portada" como dijo al tomarlo, y yo, claro que no lo iba a dejar pasar como sucedió con el primero, así que lo perseguí por toda la habitación más que fatigada por verlo dar pasos ágiles y esquivarme con una imposible facilidad mientras Yuuji permanecía sentado en el suelo viendo qué manga prestarme.

Y todo esa situación dio fin cuando por fin había logrado tomarlo del brazo, jalándolo y creyendo que nada más podría empeorar. Hasta que oí un crujido fuerte debajo de su pie.

Sí, mi reloj falleció.

Aunque ya sabía que algún lo haría, pues cada mañana que sonaba la alarma vibrante; lo lanzaba lejos.

Ahora, dando un corto bostezo, termino de peinarme ya que cada mañana amanezco con el cabello totalmente desordenado, igualándose a una melena de León. Salgo de mi habitación por los ligeros golpes de Satoru, veo a Yuuji a su lado, y me sonríen al instante, algo que me cuesta hacer, pues es temprano y me es inevitable desaparecer mi gesto mañanero: "¿por qué desperté?".

—¿Dormiste bien? —me pregunta Yuuji, trae aún su pijama, bueno, ropa suelta. Y asiento con la cabeza, casi impresionada por su actitud tan alegre, pues ayer fue golpeado por un jugai muchas veces y aun así él está con ese aura de felicidad. Es.. un sol. Cruzándome de brazos, miro a Satoru.

—¿Por qué tan temprano? —cuestiono.

—Los fuertes se levantan temprano, Alice.

¿De verdad yo quiero.. volverme fuerte? Me lo cuestiono con mucha seriedad. Hm..

—Tienen que conocerse entre ustedes. Este día puede ser su inicio —Satoru camina hacia la puerta de al lado y salgo un poco más, acercándome junto a Yuuji para saber quién es el de esa habitación. Satoru da golpecitos.

Y esa persona no tarda en salir, con una expresión perezosa y algo fatigada.

«El ser glacial»

Fushiguro, quien acaba de salir de su habitación, la que está a la derecha de la mía, él ya no trae las vendas en su rostro ni cabeza, ahora sí está compuesto. Mi vista vaciló sobre él, viendo su ropa holgada, camiseta de mangas largas y pantalones, su cabello negro no estaba tan parado como lo vi la primera vez. Su mano apoyada en el marco de la puerta mientras con la otra sobaba su ojo.

—Ahora sí te ves bien —comentó Satoru.

—Hay muchos cuartos desocupados —dijo Megumi, pero sonó como una queja y sus ojos hicieron contacto visual con los míos y pareció más hastiado—. ¿Por qué justo aquí?

Creo que él merece el premio al más enojón. Yo al menos sonrío. ¿Este chico al menos ha sonreído en su vida? Porque parece que no. Es un chico de mirada fría, uno que parece que lleva un caos como vida, uno que no te contaría lo que le sucede hasta llegar a tu último día en que estés a punto de morir y él recién te abra su corazón. Aunque también dudo de eso.