𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisen

||Twenty two||

El momento para sacar la mayor parte de mi energía se encontraba lejano. Un momento que ansío por querer volver a su lado.

A su lado...

Te mataré tan suavemente, no sentirás nada
Cuando la respiración sale de tu cuerpo, hará que tu corazón cante
No te decepcionaré, es sólo un sueño
Puedes luchar contra el río
O deja que te lleve río abajo
Oh, oh, déjame llevarte al otro lado...

«Cat Pierce - Last Lullaby»

***

Yo.. ¿de verdad había dejado morir a alguien más?

Yo... ¿fracasé?

Oía cómo algo era llenado, un líquido. Estuve a punto de liberar energía maldita brutalmente si no fuera por ver de nuevo el cuerpo tendido en el suelo. La flama ardiente que sentía dentro de mí disminuyó hasta no quedar ni una chispa.

Levanté mi dedo índice y medio, dirigiendo mi energía maldita hacia él como una capa que lo envolvió por completo, al mover mis dedos hacia un lado, su cuerpo fue con el movimiento rompiendo una de las ventanas y saliendo fuera de la preparatoria. Bajé la mano, me agaché con pesadez, y apreté la mano contra el suelo, maldiciéndome.

Pude hacer más pero.. no quise romperme y decepcionar.

Oí los pasos de Yuuji dirigirse a la ventana, y no dije nada al respecto. No lo detuve, no había que hacerlo tampoco. Me mostré débil. Apenas cerré los ojos sin dolor y negué, demonios, ¿qué estoy haciendo? Tuve que matarlo cuando sentí mi energía a punto de estallar. Mis venas pudieron estallar al no liberarla, ¿por qué mierda no lo hice a tiempo? ¿Por qué me contuve? Mi cabeza estuvo en un completo lío. Y.. yo supe que.. si dejaba salir esa fuente de energía maldita...

No sería capaz de detenerme.

No sería capaz de controlarlo.

Estaba advertida de una forma indescriptible.

Lo presentía, alguien más que ese tipo iba a acabar mal.

Gateé hacia Junpei, y no tardé en sentir lo frío de su cuerpo al poner mi mano sobre él. Me odié, y odié mi poder.

«Lo siento. Lo siento. ¡Lo siento!» torturándome a mí misma.

—Junpei.. Yo.. lo lamento. De verdad.. lo lamento —el dolor intenso no iba a desaparecer de mi pecho, quedaría marca, cicatriz, por lo ocurrido—. Perdóname por no salvarte. Perdóname por todo lo que te sucedió. Perdóname por no insistir en hacerte cambiar de opinión —no pude detenerme—. Perdóname por haber dejado que una asquerosa maldición te mintiera y manipulara. Perdóname por todo... Perdóname.

Mi pecho se llenó de sollozos que no me permití soltar, jadeaba, aguantándolos. Reprimí, lo reprimí lo más que pude porque esa era mi solución, mi tranquilizante.

Fui ciega por no notar la rabia que les tenías a esos estudiantes por arruinarte la vida. Debí.. ¿debí matarlos el mismo día en que te conocí? Si eso hubiera cambiado las cosas, ni siquiera dudaba en hacerlo. Yo.. realmente me culpo. Y no me importa cargar con esto. Lo merezco. Lo sé. Lo sé perfectamente, Junpei. Tal vez... si ese día tan solo me hubiera quedado más tiempo, si no hubiera tomado alcohol, tú y tu madre.. ¿seguirían con vida? ¿Hubiera cambiado algo?

—Yo... Yo... Te prometo que seré quien acabe con Mahito. —lo abracé—. Te lo prometo.

Lo abracé fuerte, sintiendo un inmenso dolor en el pecho. Ya no podía oír nada proveniente de él. Y.. eso me destroza. Lo había perdido por completo. Junpei ya no estaba. Todo en mi cabeza, lo que imaginé.. ¿Fue una mentira?