||Eighteen||

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Déjà vu.

Lo encontré.


Todos me resultan familiares...
¿Me habré perdido de algo importante?


Al principio, no hay nada
Excepto un sueño que lentamente resplandece
Y que tu temor parece esconder...
Muy profundo...
En mi mente he llorado completamente sola
Lágrimas silenciosas, llenas de orgullo
En un mundo hecho de acero
Hecho de piedra...

«Irene Cara - What a Feeling»

***

Los ojos apenas se le podían ver, ya que usaba anteojos un poco.. extraños. Pero le quedan bien. Él vestía muy formal, por el traje que usaba. Consistía en una camisa de vestir celeste, debajo de un blazer color canela con pantalones a juego y zapatos ligeros. Parecía ser alguien perfeccionista al tener su cabello rubio bien peinado en una raya ordenada. Sus cejas eran delgadas. Y.. No me había dado cuenta de que estaba siendo observada por él. Una mirada que no pude entender.

Él me está viendo, creo. Si no hubiera tanta luz, vería con más detalle sus ojos que están ocultos por esos anteojos. Sacudo la mano al sentirme un poco incómoda. ¿Él espera a que yo haga algo? Siento un poco de miedo al sentir algo familiar en él, algo que seguramente es mi imaginación. Debe ser el estrés.

—Este es Kento Nanami, antiguo oficinista y actual hechicero —presentó Satoru, y al instante rodeó el hombro del rubio con su brazo. Dándome a entender que son amigos desde años, al parecer.

—Deja de llamarme así. —habló el rubio, serio ante el acto de Satoru. Huh. Hasta su voz era un tanto conocida.

Me empezaba a molestar el hecho de que yo viera algo familiar en personas que sé que son nuevas en mi vida. Es extraño.

—¿Ya lo conocías? —de repente me susurró Yuuji.

—No.. —respondí en un susurro también.

—Te está viendo..

—A ti también..

—Aunque varios hechiceros son estrafalarios, él es bastante serio gracias a todo el tiempo que fue oficinista —continuó Satoru. Y sí creo que eso influye en la personalidad de ese sujeto, pues estar sentado frente a una computadora por varias horas es agotador y aburrido—. Y es un hechicero de primera clase —añadió.

—No eres quien para hablar de los demás —dijo el rubio, acomodándose los anteojos.

—¿Eras oficinista? ¿Y cómo acabaste como hechicero? —preguntó Yuuji, demasiado curioso.

Enfocándome más en el rubio, sí podía ver lo duro que fue ese trabajo. Aunque ser hechicero es más pesado, pero entretenido cuando de pelear se trata. Admito que es impresionante que de un trabajo aburrido te cambies a uno en el que combates maldiciones asquerosas pero también salvas a personas. Prácticamente, los hechiceros son héroes.

Tan pronto volví mi atención a Nanami Kento, él ya estaba frente a nosotros.

—Lo primero es saludar —Él nos miró a cada uno, algo analizador—. Mucho gusto Itadori, Alice —se inclinó levemente.

Copié su acción al igual que Yuuji. Supongo que Satoru fue el que le dijo nuestros nombres antes de presentarnos. Además hoy no llevaba puesta la peluca ni los lentes. Y vestía el uniforme.

𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora