𝗝𝘂𝘀𝘁 Me • Jujutsu kaisen

||Seven||

Mi propio poder es mi Maldición

Donde quiera que vaya hay trucos bajo tu manga de nuevo
No puedes esconderte en el foso de los leones
No puedes moverte con los pies atados
No hay descanso cuando duermes en la sombras
No hay a dónde huir cuando todo se está deshaciendo..

«Ruelle - Big Guns»

***

En un abrir y cerrar de ojos yo ya me encontraba pegada en el concreto de una de las paredes.
¡¿Acaso soy un imán de muros o qué?!

—¡Alice! —escuché a Yuuji. Solo levanté una mano para avisar que estaba bien.

—Estoy bien, estoy bien —me dejé caer al suelo, posando mi mano en el lugar afectado.

Ay.. sí me dolió. Estoy segura que quedará un moretón en mi espalda baja. Le lancé una fulminante mirada a esa cosa.

¡Pero qué desgraciado para atacarme por detrás!

Me puse de pie, apoyándome en la pared mientras mis ojos recorrían a esa.. Maldición. Quedé atónita, porque jamás vi en mi vida algo como eso; su cuerpo definido, músculos muy notables, de color pálido como el de un muerto, una boca que llenaba la mitad de su cara, y es.. dientón. Parecía que las patas de una araña abrazaran su cráneo, donde tenía sus pequeños ojos. ¿Algo gracioso que saque de esta situación? Pues.. tiene un parecido con Voldemort: no tiene nariz.

—¡Plan de evasión! —dije instintivamente e hice aparecer mi poder en mis manos para distraerlo.

No obstante, la Maldición lanzó un ataque hacia mí, el cual pasó a unos centímetros de mi posición, rozándome y destrozando gran parte de lo que tenía detrás, como advertencia. Me dejó abrumada. Y mis habilidades se esfumaron.

—De acuerdo, no plan de evasión. —me bajé de hombros.

Esa Maldición empezó a dar pasos hacia mí mientras reía como todo un maniático. Miré a Fushiguro, esperando que tuviera algo en mente, pero verlo de pie, quieto, analítico y preocupado como si esperara que nada sucediera, me desconcertó. ¿Qué demonios espera? ¿Por qué analiza el comportamiento de la Maldición? La que justamente viene a mí. Parezco ratón de laboratorio. Y todo empeora cuando la Maldición eleva su mano en mi dirección, y mis habilidades no aparecen, no hay sensación que arda.

—¡Alice! —Yuuji se pone frente a mí al mismo tiempo que saca el arma que Satoru le dio hace días, la levanta y con un rápido movimiento la dirige hacia la...

No. Me. Jodas.

El arma cayó al suelo... junto con la mano cortada de Yuuji.

Me quedé helada, con el estómago revuelto y una sensación de querer vomitar por lo que estaba contemplando. No pestañeé, no pude hacerlo, un gran nudo en mi garganta evitó que pasara saliva, el sudor comenzó a invadir mis manos, un temblor movió mis labios, apenas manteniendo la quijada apretada. Mi vista.. no lograba enfocar nada a mi alrededor, aunque tampoco intentaba moverme y reaccionar por el inmenso miedo.

El goteo espeso de su mano, las manchas rojas en el suelo, el olor... Mi mente fue un lío, uno que no pude resolver, porque trajo los recuerdos de ese día frío, como si se estuviera repitiendo justo ahora, frente a mis ojos. El cuerpo.. de la mujer a quien quise más que mi propia vida, tumbado en el cuarto donde ella se esforzaba en cocinar para ver mis expresiones al saborear sus postres.

¿Qué pasa...? ¿Me he puesto así por.. ver sangre?

La vi en aquel sujeto partido a la mitad y no sentí nada, pero verlo en Yuuji... En alguien a quien yo..