CAPÍTULO 50

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          RECORDABA A LA PERFECCIÓN la casa de Cybele, había ido innumerables veces cuando era Ashelia

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RECORDABA A LA PERFECCIÓN la casa de Cybele, había ido innumerables veces cuando era Ashelia. Era un lugar sobre las nubes y, aunque en mi vida anterior nunca me llamó la atención la locación de esta, ahora no podía dejar de pensar en lo conveniente que es que los hogares de los espíritus se encuentren en lugares estratégicos donde los humanos no podrán encontrarlos. El cielo, bajo tierra, el Polo Norte, entre otros.

Utilizamos el trineo de Norte para transportarnos, como ya era costumbre, Conejo hizo un alboroto; pero no tuvo otra opción más que subirse en él. Es decir, no podía llegar con sus túneles a una casa que estaba sobre las nubes.

Me encontraba sentada en la parte más alta del trineo junto a Conejo, quien no dejaba de decir que podría morir en cualquier momento. Mientras lo escuchaba quejarse yo me debatía entre preguntar algo que había rondado mi mente desde que desperté o dejarlo pasar y seguir con mi vida.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Conejo no parecía haberme escuchado al inicio, así que repetí la pregunta, él asintió—. Ana... ella me olvidó, ¿verdad?

De pronto el miedo en los ojos de Conejo desapareció y se convirtió en preocupación por mí. Incluso soltó el trineo y tomó mis manos entre las suyas.

—Desgraciadamente todos lo hicimos Ash... perdón, Bianca.

Luego de que Manny nos confirmó que Cybele estaba en Treno, les dije a los demás que no quería que me llamaran Ashelia, pues ella era una persona del pasado. Ahora era simplemente Bianca, una humana huérfana y enamorada de Jack Frost.

Me rehúso a creer en Jack Frost | MRCJF #1Where stories live. Discover now