Bianca es una chica de 16 años que vive en un orfanato. Su día consiste en trabajar, trabajar y trabajar para luego llegar y tener que darle casi todos sus ingresos a la insufrible de Roberta, la dueña del orfanato. Ella no cree en ninguno de los cu...
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ME HE REMOVIDO ENTRE LAS sábanas por dos horas enteras. Es extraño estar en un lugar donde es de noche las 24 horas del día. Según tengo entendido, en los 12 meses del año, 6 meses son de luz y 6 de oscuridad, al menos en esta zona. Justo donde se localiza el taller de Norte. Siempre me pareció fascinante, pero en realidad es raro. Estoy acostumbrada a despertar con la luz del sol, no con oscuridad. Debido a ello me demoré en ponerme de pie e iniciar el día.
Otra razón por la que no había podido seguir durmiendo, es por Jack «maldito» Frost. Se dice que, cuando uno recién despierta, no recuerda nada, son los mejores momentos, cuando no tienes preocupaciones. Luego, lamentablemente, toda la mierda con la que vives cae en ti y recuerdas que Jack es un tarado.
Lo único bueno es que faltaban pocos días para no verlo más.
Cuando llegué al salón donde estaba el gran globo terráqueo. Aunque, bueno, técnicamente el globo se podía ver desde todos los pisos, pero desde este, se veía mejor. En fin, cuando llegué me encontré con Norte. No había nadie más.
—¡Bianca, eres una madrugadora! —exclamó en cuanto me vio.
Eran las 7 de la mañana, acá, pero como las 12 de la tarde en Borja. Eso lo sé porque he estado haciendo los cálculos en mi cabeza, mientras daba vueltas en la cama.
