Bianca es una chica de 16 años que vive en un orfanato. Su día consiste en trabajar, trabajar y trabajar para luego llegar y tener que darle casi todos sus ingresos a la insufrible de Roberta, la dueña del orfanato. Ella no cree en ninguno de los cu...
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CAMINABA RÁPIDAMENTE POR las calles de Borja. Sentía que había algo siguiéndome y por esa razón no pararía hasta llegar al templo. Salir a buscar a mis compañeros guardianes era sumamente difícil, siempre acababa metido en líos con los habitantes de esta ciudad.
Al parecer, no es fácil ser un monje cartujo en el siglo XXI.
Apresuré aún más el paso. Extrañaba ser Sandman, así podía ayudar a los niños. Como humano no puedo hacer mucho. No es que volver a ser humano no sea divertido, el problema es que ha pasado tanto tiempo desde que fui uno, que no logro acostumbrarme a este nuevo cuerpo.
Mientras caminaba a paso apresurado por las calles, algo grande cayó sobre mí, provocando que me estrellara contra el piso.
Era consciente de que lo que se había caído sobre mí era aquello que me perseguía. Pero me llevé una gran sorpresa cuando volteé a encarar a mi agresor.
Era Norte.
—¡Sandy! Sabía que eras tú —exclamó.
Inmediatamente se puso de pie y me ayudó a incorporarme. Estaba muy feliz de verlo, he pasado tanto tiempo buscándolos que pensé que nunca los encontraría. Por primera vez estaba perdiendo las esperanzas. Pero ya no.
—¡Tooth, te dije que era Sandy! —gritó Norte.
Tooth apareció segundos después, aparentemente Norte la había dejado atrás cuando salió corriendo detrás de mí. Entiendo que para ella era difícil seguirle el ritmo, tenía un gran vestido y correr con él debe ser una odisea.
