Bianca es una chica de 16 años que vive en un orfanato. Su día consiste en trabajar, trabajar y trabajar para luego llegar y tener que darle casi todos sus ingresos a la insufrible de Roberta, la dueña del orfanato. Ella no cree en ninguno de los cu...
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NORTE NOS INFORMÓ QUE ESE DÍA nos quedaríamos en el taller. Se supone que era más seguro, así que recién al día siguiente nos dejarían volver a casa de Jamie, lugar al que deseo regresar rápido. No es que no me parezca impresionante estar en el Polo Norte, pero no podía dejar la casa del señor Bennett sola. Los guardianes se habían tomado muy en serio el tema de los cuasi esqueletos y el hecho de que no hayan podido llegar a mí o a ninguno de los niños en Borja en todo este tiempo. Debido a ello decidieron que luego tendríamos una conversación al respecto.
Conejo y Jack habían sido asignados a cerciorarse de que los cuasi esqueletos no hubiesen aparecido nuevamente en Borja. Mientras tanto, Tooth se había ofrecido a mostrarme el cuarto donde podría quedarme. Por otro lado, Norte llevaría a los niños hacia otro de los cuartos. No estaba preocupada por dejarlos con él, ya que considero que Santa Claus es un personaje mucho más responsable que yo.
—¿Hace cuánto conoces a Jack? —Tooth me había estado haciendo un sinfín de preguntas, al menos dejaba que respondiera antes de hacer la siguiente, de otra manera, ya habría tenido una jaqueca.
Esa es una buena pregunta y tiene distintas respuestas. Lo más importante es que no sé «cuánto» conozco a Jack, no sé casi nada sobre él, solo lo que Jamie me ha contado, pero siento como si lo conociera de siempre... supongo que eso es porque me ha estado fastidiando por días y ya llegó al límite de mi paciencia. Aun así, admito que ahora es agradable hablar con él. En cuestión de tiempo... no creo que haya pasado una semana desde la primera vez que hablé con Jack.
