Bianca es una chica de 16 años que vive en un orfanato. Su día consiste en trabajar, trabajar y trabajar para luego llegar y tener que darle casi todos sus ingresos a la insufrible de Roberta, la dueña del orfanato. Ella no cree en ninguno de los cu...
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MICHELLE ME DESPERTÓ A LA MAÑANA siguiente. Por primera vez no me despierta tirándose sobre mí y quitándome el aire en el proceso. Seguro era porque la noche anterior yo estaba sensible, ya que se había llevado a Jack al sótano.
Me senté en mi cama, mientras refregaba mis ojos. Entonces, me di cuenta de que, si yo me quedé dormida en los brazos de Jack. ¿Cómo llegué a mi cuarto? Debió de cargarme, pero, se supone que está adolorido, no debería cargar peso, menos uno como el mío.
Bajamos juntas al primer piso. Me sentía descansada y ligera, ligera porque luego de hablar con Jack y de contarle mi historia, sentía que me había quitado un peso (no literal) de encima. Estaba feliz de habérselo contado, a pesar de que al hacerlo lloré. Por ese motivo trato de no recordar. Perder a mis papás fue lo más horrible que me pasó en la vida, pero... perder a mi hermanito... saber que ni siquiera pudo ver el mundo, que no conoció a mis padres... me parte el alma.
Jack entró al comedor con una olla de avena hirviendo. Por experiencia, sabía que era demasiado pesada para una persona que ha sido maltratada el día anterior. Cuando traté de ayudarlo a cargarla, me dijo que no necesitaba ayuda. Abel entró después que Jack sin cargar nada, tranquilo y feliz de la vida.
—No deberías haberle dejado cargar la olla —renegué.
Posando una mano sobre mi hombro dijo—: No es mi culpa que tu novio no acepte ayuda.
