Bianca es una chica de 16 años que vive en un orfanato. Su día consiste en trabajar, trabajar y trabajar para luego llegar y tener que darle casi todos sus ingresos a la insufrible de Roberta, la dueña del orfanato. Ella no cree en ninguno de los cu...
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YO PENSABA QUE CONEJO ERA dramático. después de hoy, creo que jamás podré darle ese título, ya que Bianca se lo ha ganado. No sé por qué se tiene que poner tan melodramática, solo cambié su alarma, eso es todo, nada tan grave, peor lo tuvo Norte cuando le hice la broma en Navidad, o Conejo en la Pascua del 68.
—¡Por el Hombre de la Luna, Bianca!, ¿no puedes relajarte por un momento? ¿Cuántos años tienes? ¿15? ¿16? Te comportas como alguien que ya pasó de los 30.
Me arrepentí a penas las palabras salieron de mi boca. No medí mis palabras. Tal vez para algunos eso no hubiera significado nada (como para mí), pero para ella era importante y doloroso, por lo que veo en sus ojos vidriosos, quería llorar.
Traté de detenerla antes de que saliera por la puerta, pero la su mirada me quitó todas las explicaciones que había pensado en darle. La había herido esta vez.
¿Qué voy a hacer ahora?
Dejarla en paz. Sí, la dejaría en paz, por ahora. Ella necesita estar sola y pensar sin que yo esté ahí para fastidiarla a cada segundo. Aprovecharía para hacer mis deberes como espíritu del invierno.
Saliendo por la ventana del cuarto, me dirigí a los Estados Unidos de América. Creé ventiscas y nevadas en algunas ciudades y, entonces, mi di cuenta de algo, hoy es 31 de diciembre. Norte me había dicho que el 31 de diciembre los guardianes se reunían para pasar el Año Nuevo juntos. Sé que los demás espíritus también se reúnen, pero por alguna razón los guardianes no lo celebran con ellos. La verdad es que ese tipo de reuniones me parecían una tontería, es por ello que nunca acepté ir a la celebración en el taller de Norte.
