Capítulo 42

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Al siguiente día antes de que empezaran las clases, Alex me comenta que se va a quedar hasta antes del recreo y que después sus padres vendrán por ella, ya que su mamá se iba de viaje a otro país por una conferencia que le habían encargado, así que la iba a despedir.

Supongo que tuve suerte, no tuve que estar en una situación llena de tensión por la relación entre Alex y Liam durante el receso, aunque tal vez va a ser peor porque solo voy a estar con él, no me queda de otra más que esperar a que terminen las clases e ir a mi refugio durante el receso.

Llegó la hora y tocaron la puerta del salón durante la clase de historia y claro está que eran los padres de Alex quienes vinieron a recogerla, que afortunada no tendrá que seguir escuchando un sinnúmero de fechas y eventos que sucedieron en el pasado.

Después de veinte minutos por fin terminó la primera hora de historia, después de tomar un respiro continuaremos con la siguiente hora de la misma asignatura.

—Mar, me puedes esperar tengo que avisarles a mis amigos que voy contigo ¿está bien?

—Por supuesto, te espero. —Enseguida guardo todas mis cosas en mi maleta y saco mis galletas de vainilla con chispas de chocolate y mi yogurt de fresa que traje para el receso.

—Listo, vamos. Por cierto ¿qué le paso a Alex? —pregunta de repente.

—Tuvo que ir al aeropuerto con sus padres —digo en un tono que trasmite tristeza.

—Así que va a viajar, ¿cuándo vuelve? —no duda en creer que es ella la que se va lejos de nosotros.

—No, ella no viaja es su mamá. Alex admira mucho a su mamá ella es médico, pero también le hace mucha falta cuando no está con ella.

—Ya veo... —por primera vez siento que su tono de voz al hablar de Alex no trasmite frialdad. —Y qué pasó con lo que te pedí ayer, ¿aceptó tu mamá?

Me estoy acostumbrando a su impaciencia.

—Mi mamá dijo que si quieres puede ir hoy mismo —enseguida Liam hace un gesto de triunfo, pero enseguida le corto la emoción —, pero debes saber que este fin de semana no voy a poder salir a ningún lugar.

—¿Qué? —pregunta con asombro y confusión. —Pero, ¿pasó algo en tu casa?

—Algo así, el sábado es el aniversario de la muerte de mi papá —le comento con una ligera sonrisa triste al recordarlo.

—Entiendo... —corta sus palabras mientras tomamos asiento en uno de los bancos del mini parque del instituto — ¿y que suelen hacer ese día?

—No mucho, por nuestra religión solemos tener una pequeña ceremonia en la iglesia que queda justo en el cementerio y luego lo visitamos, a mi mamá le gusta pasar ese día solo con Leah y conmigo. —Confieso sin expresión alguna en mi semblante. Ciertamente duele recordar a quien quisiste tanto y ya no se encuentra junto a ti.

—Vaya, entonces debe ser un día especial pero también doloroso para ustedes, pero sabes, es bueno recordar todo lo bueno que te dejo esa persona, espero que cada vez que lo recuerdes solo lleguen buenos momentos.

—Seguro que sí. —Detengo por un momento mi vista en el pasto y continuo con la conversación, —ahora, me podrías decir porque debes hablar con mi mamá, la verdad me resulta muy extraño.

—Mmh, lo sé puede resultar extraño, pero es solo que el próximo lugar al que quiero llevarte es mucho más lejos así que necesito pedirle un favor a tu mamá

—Okey... —digo en un todo dudoso —la verdad no me estas convenciendo de ir, pero hasta ahora todo ha sido increíble, así que depositare mi confianza en ti.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora