Capítulo 4

162 7 0
                                    

La primera clase fue de Matemática, nos tocó con el profesor García una vez acabada su clase enseguida entro alguien que ya todos conocíamos, nuevamente nos había tocado filosofía con la profesora Susan Miller, todos nos encontrábamos contentos de ver un rostro conocido.

—¿Cómo están chicos?, así que nos vemos nuevamente me alegra porque ya conocen como trabajamos y no hace falta dar más explicaciones, bien ahora voy a tomar lista —toma asiento en su escritorio y saca su libreta; nombra a cada uno incluso como a muchos ya conoce bromea con aquellos que lograron pasar a este periodo de milagro, suena gracioso ¿no? —Benneth Liam ¿Quién es? —alza a ver con intriga y el chico de al frente responde seguro.

—Presente —el tono de su voz es suave.

—¿Usted es nuevo?, nunca lo había visto.

—Si me transfirieron para este último año —explica.

—Bien, bienvenido entonces voy a poner a alguien que te explique cómo son mis clases y como debes presentar los trabajos, de acuerdo.

—Sí, gracias.

—Bien estudiantes, están todos presentes lo que me asombra porque es el primer día y les gusta pensar que siguen en vacaciones —carcajeamos, cuando conocimos por primera vez a la profesora Susan muchos de mis compañeros habían faltado porque se olvidaron que ese día empezaban clases —, bien quiero empezar con un trabajo en parejas sobre algunos temas que vienen en el texto y son muy sencillos, las parejas van a ser por afinidad como siempre; sin embargo va a ver una excepción porque tenemos un compañero nuevo entonces quiero que la mejor estudiante le ayude, así que ¿Marena me puedes ayudar con esto?

Mi corazón empieza a latir frenéticamente, mis mejillas se enrojecen casi de inmediato, mis manos comienzan a sudar y ponerse frías, todos tienen su mirada en mi esperando que conteste, intento reaccionar rápidamente y muevo mi cabeza aceptando a la petición de la maestra, aunque sabía lo difícil que sería ese trabajo.

Al final a Liam y a mí nos tocó exponer sobre los amores líquidos.

—Chicos tienen estos veinte minutos para organizarse, así que júntense.

No quería, en verdad no quería, pero era por mis calificaciones así que me armo de valor para ir, pero antes de darme cuenta él se levanta y viene hacia donde estoy, Alexa también se levanta y va donde su compañero de exposición.

—Hola, tú debes ser Marena ¿cierto? —dice mientras toma asiento a mi lado.

Me limito a contestarle y solo afirmo con mi cabeza y le muestro una leve sonrisa; controlo mi incomodidad y le hablo.

—A la profesora Susan le gusta que, en cada exposición, realicemos diapositivas —evito mirarlo por mucho tiempo, tomo un esfero y juego con el mientras le sigo comentando sobre los trabajos, pero él no me quita su vista; sus ojos color café claro ocasionan un desorden en mis ideas —, también hay que presentar una carpeta con lo que investigamos y también con lo que nosotros pensamos sobre el tema, creo que eso es todo.

—Fue muy claro, eres buena explicando —me muestra una sonrisa cálida y sincera y hace que me tranquilice —entonces supongo que debemos reunirnos para hacer el trabajo escrito.

—Si... —dudo en mis siguientes palabras, pero no me queda de otra —podrías ir a mi casa, si te parece.

—Genial entonces te parece el viernes, vamos después de clases —aconseja.

—Sí, está bien —sabía que después de esto la incomodidad se volvería más grande porque no soy buena para mantener una conversación y mucho menos con alguien que apenas estoy conociendo.


Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora