Capítulo 46

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Después de algún tiempo Alex y la profesora llegaron y empezó un día normal de clases.

—Mar... ten... —Alex susurra mientras me pasa un pedazo de papel, lo recibo, pero le respondo con un gesto repleto de confusión —, solo lee y responde.

Al leer el pequeño mensaje en la hoja rasgada del cuaderno, descubro la impaciencia de mi mejor amiga al pedirme información del por qué su persona favorita del curso había salido a toda prisa del instituto.

—Te lo digo luego, pon atención a la clase —, murmuro.

Después de todo no quería quedar con vacíos sobre la fisiología y anatomía del órgano principal para el sentido de la visión. Por cierto, algo curioso que había escuchado es que si quieres saber si alguien está enamorado de ti simplemente debes poner atención al tamaño de sus pupilas mientras te observa, si estas aumentan su tamaño esa persona está totalmente muerta por ti, ya que trata de ver de manera perfecta cada detalle de ti, entonces agudiza su visión. Suena interesante y funcionaria si solo pudiera sostener por un tiempo pertinente la mirada intensa del chico extrovertido que perturba mi tranquilidad.

Para la clase de Química debíamos dirigirnos a los laboratorios que quedaban en el edificio contiguo al nuestro, al primer piso. Todos se sentían felices por usar un mandil blanco, por supuesto te daba la sensación de que eras algún médico o un científico importante, pero el lucir como uno no quiere decir que lo seas, la mayoría hicimos explotar unos cuantos tubos de ensayo en las reacciones por calor, lo triste de la historia es que definitivamente debíamos pagarlos.

Y al fin llegó el momento para calmar la ansiosa curiosidad de Alex por la situación que estaba viviendo Liam.

—Te estoy diciendo la verdad, no lo sé, simplemente recibió una llamada y me dijo que no era nada malo, así que no sé qué otra información te puedo dar —, respondo honestamente y un tanto agotada por la insistencia para que hablara.

—Está bien, supongo que será un día tranquilo sin ese individuo —confiesa con una sonrisa de triunfo en el rostro.

—Creo que nunca voy a entender el por qué no te agrada... —suspiro, como muestra de que en el fondo tengo el presentimiento que eso jamás va a cambiar.

—Mar, es que no lo vez, solo finge ser buena persona, en realidad... —duda en continuar—solo juega contigo... —No es capaz de mirarme, pero veo su triste expresión.

Pero sin duda sus palabras no saldrán de mi mente por un buen rato.

—¿Por qué lo dices? —digo en un tono tranquilo.

—La verdad, es que ayer volví a la casa de Liam y te vi con una flor, esperaba que me lo contaras, pero... —lo había olvidado—, es solo que está bien si ahora formalizaron su relación, —saca sus propias respuestas —pero debes saber que él es... como lo digo con tus palabras... —trata de no ser grosera porque me conoce —, amable... —lo dice haciendo comillas con los dedos de sus manos, como muestra de algo que no es cierto.

—Mmh... —intento dar una explicación.

—Lo he escuchado de otras personas —, pero simplemente no me deja dar mi versión de los hechos y continúa soltando evidencia de que mi supuesta relación con Liam no es buena —, actúa de manera muy atenta con las chicas de otros cursos y las tiene embobadas.

—Espera —intento calmar sus palabras apresuradas —Alex... —pienso un instante lo que diré —, no pasa nada entre Liam y yo... esa flor... no sé... el motivo por el que me la dio o tal vez no quiero saberlo, pero ten por seguro que se perfectamente como es la personalidad de Liam, es suficiente ver como se lleva con nuestras propias compañeras, créeme que es muy difícil que juegue conmigo. —Digo en un tono serio, porque en el fondo duele, que su sinceridad conmigo no sea auténtica.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora