Capítulo 44

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Camino junto con Alex hacia nuestro lugar secreto del Instituto, en esta ocasión mi amiga trajo su lunch así que no tuvo que hacer una parada extra en la cafetería.

—¿Qué tal chicas?, no creen que el día está estupendo. —Se escucha a través de la dulce voz de Liam quien se acerca a un lado de mí.

—Por supuesto, estaba estupendo hasta que llegaste, —contesta Alex fríamente.

—Por favor, no peleen. —Me dirijo a ambos contrincantes.

—Si por supuesto Mar, pero que buscas Liam, no tienes un partido con tus amigos hoy —agrega en un tono más tranquilo.

—¡Hey!, acaso no puedo tener una pequeña charla con Mar, o que, ¿te pertenece? —okey, esto se está poniendo algo incómodo.

—Chicos, basta. ¿Qué pasa Liam? ¿Quieres decirme algo? —trato de evitar la discusión.

—Si, quería saber cómo te fue el sábado, claro si te gustaría contarme, —al ver la mirada sincera de Liam, sé que he encontrado a una increíble persona.

—¡Oh!, tiene razón, Mar ¿qué paso? Yo también quiero escuchar la historia, esta vez ya fueron tus tíos —menciona con sorpresa Alex.

—Está bien les voy a contar lo que paso, pero ya no más peleas... ¡prométanlo! —Pido en un tono mandón, y ambos asienten con la cabeza como niños regañados.

—Entonces... todo estuvo bien, esta vez también fuimos solo mi mamá, Leah y yo, nadie más...

—¿Alex mencionó a tus tíos, que pasó con ellos? —Pregunta Liam, confundido al no conocer toda la historia.

—Si, bueno como te lo explico... —me tomo unos segundos para armar mis ideas y hacer un resumen de la larga historia —antes de que mi papá se fuera, nos llevábamos bien con mis tíos y tías pero una vez que se fue ellos se alejaron de nosotras, mi mamá siempre les ha enviado invitaciones a la misa cada que se cumple un año pero nadie asiste, así que dejó de enviarlas, pero lo curioso es que siempre cuando vamos a la tumba suele estar un ramo de flores, pienso que es de mis abuelos, aunque mi mamá suele decir que es de una de las hermanas con la que mi papá se llevaba bien, en realidad tal vez nunca lo sepamos con seguridad.

—Ya veo... entonces nunca se han tratado de comunicar contigo, ni siquiera tus abuelos y... ¿Qué hay de la familia de tu mamá?

—La mamá de Mar es hija única, además que sus padres viven en otro país, ¿es así amiga? —Alex me ayuda contestando.

—Si, en las vacaciones solemos visitarlos, pero ellos debido a su edad avanzada ya no pueden venir, —digo, en un tono leve.

—Y no crees que podríamos acompañarlas el otro año, la verdad me gustaría compartir contigo algo especial, después de todo somos... tus amigos —Liam, me sorprende con sus palabras, en realidad Alex lo había propuesto antes y de manera sutil le dije que es mejor que no porque se aburriría, entonces dejó de insistir, pero creo que es momento de que las cosas cambien, después de todo nunca le había dicho a mi mamá si Alex podría acompañarnos, estoy segura que se pondría feliz.

—Supongo que sería muy importante si ustedes me acompañan ese día, ténganlo por seguro que así será la próxima vez. —Digo en un tono entusiasta, algo que tal vez después cambie de opinión, pero que ahora me hace sonreír.

—Y tenlo por seguro que ahí estaremos, amiga nunca más te sientas de esa manera, sabes que cuentas conmigo para lo que sea, —las palabras de ambos son reconfortantes.

Por alguna razón el lunes siempre suele ser el más cansado de todos lo días de la semana, pero hoy tenemos que ir a la casa de Liam, nos dijo que es un poco lejos, pero que no nos arrepentiríamos de ir así que de esa manera convenció a todos.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora