Capítulo 20

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Ocho en punto de la noche llegamos al instituto, desde el autobús se observa a todos los padres esperando por sus hijos; antes de bajar inesperadamente llega una llamada de mi mamá:

—Hola mamá, ¿paso algo?

—Cariño, se me hizo tarde espérame llego en unos veinte minutos pídele a Alexa que te acompañe, lo siento. —Note la preocupación en su tono de voz.

—Si está bien te espero, ven con cuidado.

Observo como todos mis compañeros van saliendo poco a poco y reuniéndose con sus padres hasta tanto me tomo mi tiempo para salir al final.

— ¿Está todo bien? —pregunta Liam curioso.

—Sí, es solo que van a tardar en venir por mí.

—Te acompaño, si te parece —sugiere y me siento aliviada.

—Gracias.

Al bajar quedaban algunos compañeros ya que sus padres decidieron hablar con la maestra de biologia sobre el trabajo acerca de la visita al Jardín Botánico y por otro lado Alexa y Liam me acompañaban, pero inesperadamente unos segundos después Alexa decidió irse sin antes mostrar una mirada cómplice y picara al dejarme sola con Liam.

Un silencio incómodo nos rodeaba, no tenía idea de que hablar solo esperaba que mi mamá llegara pronto pero recordé que nunca le agradecí a Liam por haberme cuidado durante la excursión, así que es el momento perfecto para decirlo; sin embargo él es el primero en hablar.

—Mar... —pronuncia mi nombre y duda en continuar.

—Si.

—Desde el primer día que llegue con mi actitud algo engreída—, muestra una sonrisa cálida —me llamaste mucho la atención, comencé a sentir curiosidad por ti... primero fue tu nombre, después fue la sorpresa con la que miras a quien te llama, esa valiosa sonrisa que solo dejas ver a tu amiga y tu timidez. Me gustas Mar, desde ese dia en el que me sente a tu lado y no me dajabas ver con claridad tus ojos verdes algo atemorizados porque un extraño te hacia tantas preguntas.

El frio de la noche bloquea el enrojecimiento de mis mejillas, sin embrago no puede controlar la alteración de mis palpitaciones, logro ordenar mis ideas y pensamientos y consigo entender, seguramente Liam está bromeando siempre lo hace, desvío mi vista de la suya en busca del auto de mi mamá y afortunadamente logro visualizarlo al otro lado de la calle.

Suelto una ligera risa nerviosa y evito responder a sus palabras. — ¡Ya llego mi mamá!... —miro al piso unos segundos y luego digo mis últimas palabras —, gracias por cuidarme hoy, nos vemos.

—Claro... no fue nada. Te veo mañana. —me despido agitando mi mano y voy con mi mamá.

Entro lentamente al auto teniendo cuidado con mi pierna derecha que esta con la herida.

—Hija lo lamento, Leah estaba con algo de fiebre y tuve que esperar a que le pase —justifica su tardanza.

—No hay problema mamá, pero Leah ¿está bien?

—Si Mar, se quedó descansando aunque se moría por venir a verte

—Me alegra —, suspiro aliviada.

— ¿Era Liam, quien te estaba acompañando? —inquiere rápidamente.

—Sí, Alexa tuvo que irse —contesto mientras me coloco el cinturón de seguridad y mi mamá arranca el auto.

—Me agrada mucho ese joven, por cierto hija note que caminas algo raro ¿te paso algo? —Siempre me presiona cuando alguien nuevo se acerca a mí pero como es de costumbre lo ignoro y le comento sobre mi pequeño accidente, al llegar a casa mi mamá me ayuda sacándome la gasa que cubría la herida, estaba mejor pero de todas formas me colocó un cicatrizante y tomé la pastilla para el dolor.

Intento dormir pero a mi cabeza vienen las palabras de Liam, tengo presente que no son ciertas que solo juega aunque mi corazón sueña con que sea verdad. Por supuesto que me agrada mucho, es la única persona a parte de Alexa que se ha quedado junto a mí a pesar de mi personalidad altamente introvertida, cuando hablo con él me gustaría que nuestra platica nunca terminara; que él no se fuera de mi lado pero tengo presente que alguien como Liam tiene que tener a su lado a una chica muy espontánea y divertida para que lo haga reír y sobre todo con quien pueda salir a cualquier lado: alguien sin miedos y sin ansiedad.

No pretendo descubrir el por qué me dijo eso, pero ciertamente es la primera vez que mi corazón late frenéticamente por algo diferente a la ansiedad.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora