Capítulo 24

41 5 0
                                    

El temor aumenta a medida que mis síntomas van apareciendo, nunca me ha gustado que las personas me observen cuando tengo este estado, me siento avergonzada y angustiada por escapar de las miradas y de las críticas que se forman en mi mente. He pasado varios malos momentos pensé que tendría que acostumbrarme a eso, pero un día supe que podía evitarlos que podía escapar de las situaciones que provocan mi ansiedad social pero jamás podre estar completamente segura; porque todo en la vida es inesperado, no se puede decidir un día antes todo lo que se hará o dirá al siguiente día, nunca podre estar completamente segura de lo que pasara mañana aunque muchas veces he planeado todo y lo he cumplido siempre hay una variable que provoca una alteración nerviosa.

Mi mayor sueño se ha convertido en ir en un autobús repleto de personas y aun así conservar en calma mis emociones, sentarme en una mesa rodeada de varias personas contándoles varias de mis anécdotas, reír hasta cansarme sin miedo a que aparezcan mis síntomas o incluso sentirme incomoda, ser quien soy sin temor a que me juzguen, ser libre de expresar mis ideas sin la necesidad de haberlas preparado con anterioridad. Salir a cualquier lado sin importar el clima o las personas con las que voy o las que podría encontrar en el camino, tener la confianza de hablarle a una nueva persona de conocerla, el no perder a quienes llego a apreciar y sobre todo no tener miedo a equivocarme o cometer algún error.

Finalmente quiero decirlo, quiero decirle todo a la única persona que está a mi lado en este momento.

Limpio mis lágrimas, tomo una bocanada de aire miro hacia el suelo y hablo.

—Liam, es difícil decirlo porque jamás antes lo he dicho y pensé que solo lo guardaría para mí —las lágrimas vuelven a salir —, yo... tengo ansiedad social...

No puedo continuar, mis gemidos no me lo permiten, cubro mis ojos con mis manos e intento calmarme hasta que siento sus brazos rodeándome, Liam acaricia mi cabeza y me susurra al oído.

—Mar, todo va a estar bien. No tienes por qué temer yo voy a estar contigo.

Mi llanto va desapareciendo poco a poco, mi respiración se controla al igual que mis lágrimas. Me separo de Liam para limpiar mis ojos y al verlo veo una dulce sonrisa.

— ¡Mar, regálame tres citas! —dice de manera impulsiva y dejándome sin ideas para responder —, bueno salidas —corrige al observar mi rostro algo sorprendido.

— ¿Salidas? —digo al fin.

—Sí, déjame curar tu ansiedad —se pone de pie y con una gran sonrisa se despide de mí.

—Nos vemos el sábado Mar. —Menciona seguro y convencido de la salida.

Seguidamente me pongo de pie y tomo el saco de Liam, voy al baño a limpiar mi rostro y prepararme para el resto de clases.

Liam dijo tres salidas, tal vez es una oportunidad para tratar de desaparecer mi ansiedad pero aun así tengo miedo, de que todo pueda empeorar no estoy segura en correr el riesgo. Aunque la persistencia de Liam seguro es la mejor arma.

Me siento afortunada de que alguien como él, tan distinto a mi haya llegado a mi vida y me impulse a salir de mi esférico mundo.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora