Capítulo 26

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Había llegado el fin de semana, mi hora exacta de despertar es a las nueve de la mañana generalmente suelo pasar la mayoría de tiempo en pijama debido a que no suelo salir. Mientras estoy terminando de desayunar con mi mamá y Leah tocan el timbre y enseguida lo recuerdo, seguramente es Liam había olvidado la salida, así que corro rápidamente a mi habitación a cambiarme y arreglarme lo más pronto posible, empiezo a escuchar su voz en la sala, está charlando con mi mamá y no falta mucho para que ella me llame.

— ¡Mar hija, Liam te está esperando!

— ¡Sí, ya voy! —ahora estaba totalmente convencida de que no quería salir, mis miedos otra vez eran parte de mis apresuradas decisiones, pero al menos tendría el valor de disculparme con él.

Al entrar en la sala, Liam me recibe con una cálida sonrisa sin duda es un chico muy apuesto, sus ojos castaños y su cabello revuelto hacen que me paralice —Liam... lo siento no voy a poder ir tengo que terminar la tarea...

—Espera Mar...

Sin detenerme vuelvo a prisa a mi habitación y pongo el seguro en la puerta.

—Hija —mi mamá pronuncia del otro lado de la puerta, intentando abrirla —vamos tienes mi permiso, sal a dar una vuelta con tu amigo.

—No mamá, tengo mucha tarea —respondo con mis excusas repetitivas.

De inmediato escucho que Liam menciona algo a mi mamá y hace que se vaya.

—Mar, vamos tienes que al menos intentarlo... no puedes encerrarte para siempre yo me quedare aquí hasta que salgas.

—No Liam mejor ve con alguien más, conmigo te vas a aburrir —siempre he sido sincera.

—No lo creo, siempre que estoy contigo es divertido. Eres la mejor compañía —logra sacarme una media sonrisa —vamos, te vas a perder de un lugar fantástico.

— ¿No va a ver mucha gente? —confieso mi temor.

—No lo sé, pero estoy seguro que no me apartare de ti. Puedes confiar en mí.

Me quedo pensativa y en silencio, debo intentarlo enfrentar mis miedos directamente. Todos los días tenemos la fortuna de tener opciones podemos elegir y hoy yo elijo ir con él.

Abro la puerta y lo veo esperándome apoyado sobre la pared con los brazos cruzados y con una gran sonrisa de satisfacción. Suspiro profundamente y digo — ¡Vamos pues!

—Esa es la Mar que me gusta.

—No, por favor no digas eso —digo entre dientes.

— ¿Por qué?, siempre me ha gustado ser una persona sincera y directa— dice en un tono sarcástico y burlón.

—Si claro —refunfuño incrédula.

—Mar, te ves muy linda hoy —lo observo sorprendida sin saber que responder.

—Basta ya no sigas con eso —suplico con mi sonrisa nerviosa.

—Dame una razón para no decir lo que siento —sin duda alguna es una persona muy directa.

—Porque... me alteras okey, así que ya no lo hagas —desvío mi vista al piso al sentirme apenada.

—Así que altero a la señorita Marena Anderson, eso me gusta seguro soy afortunado por causar eso en ti. —Asegura con una sonrisa victoriosa.

Suelto una risotada —. Me estas volviendo loca —, digo con gran impresión.

—Tú también —confiesa en un susurro.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora