Capítulo 47

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Los días miércoles solemos tener la materia de consejería estudiantil, es la más relajada y cabe mencionar que la profesora Victoria es perfecta para reducir el estrés acumulado por el resto de asignaturas. De todos los maestros siempre hay uno que nos permite ser nosotros mismos, nos motivan a ser mejores y auténticos.

—¿Cómo están chicos? —pregunta con una sonrisa tierna.

A lo que cada uno al unísono responde bien.

—Me alegra verlos siempre entusiastas a pesar de lo difícil que es este último periodo en el instituto...

—¡Es por usted Licen! —, vocifera quien ha estado enamorado de la dulce maestra, me refiero a Damián, un chico arriesgado que no teme a declarar sus sentimientos en frente de todo el salón, además de rebelde por naturaleza es quien motiva a todos a romper las reglas y ganar sanciones.

Todos gritamos la letra i, alentando tal romance imposible.

—Silencio por favor, ya sé que les encanta molestar, bueno —suspira ya que es el pan de cada día durante su clase —lo que les venía a contar el día de hoy, es que con el afán de ayudar a nuestro planeta he quedado de acuerdo con una fundación, para ir a limpiar las zonas del bosque que queda atrás de nuestro instituto....

Los gritos ahora manifiestan gozo, ya que seguramente perderíamos clases.

—Chicos déjenme terminar con el anuncio —suplica frente a 34 adolescentes con cambios emocionales constantes y ya que todos queríamos escuchar una noticia que nos interesa pues terminamos por ceder. —Como les seguía mencionando, he escogido a este paralelo para que me acompañe por que se cuanta energía cargan, entonces nos va a ir muy bien —camina alrededor de todo el curso observando el mundo desordenado o perfecto de cada uno —, el único problema es que tiene que ser un fin de semana.

Inmediatamente se escuchan quejas y decepción por cada rincón del aula.

—Esperen... —trata de persuadirnos —también sabría que reaccionarían así —lanza una mirada pícara ya que tenía un plan B para hacernos participar en un trabajo que requiere de nuestras escasas y no tan confiables habilidades físicas —he conseguido convencer a su profesor de Física que les ayude con 2 puntos en la nota que tengan más baja.

El alarido representa una victoria frente a las bajas calificaciones que la gran mayoría tiene en esa materia. Y se preguntarán como es que esta Profesora consiguió tal valiosa recompensa, pues desde el anterior año siempre se la ve junto al profesor Rupert, al que medio instituto le huye por su seriedad y personalidad fría y ni cabe mencionar que gran parte de sus ex estudiantes tuvo que repetir su asignatura al menos en una ocasión, aun así La Licen Victoria siempre le saca una sonrisa, es evidente que existe algo ahí y tal vez los únicos que no se dan cuenta son ellos mismos, después de todo para toda persona hay un complemento y es así que todo permanece equilibrado.

—Tomaré esos chillidos como un si —ríe victoriosa, haciendo alusión a su nombre —, entonces los espero el sábado siguiente al que viene.

—Por usted, lo que sea, donde sea —, es claro que Damián nos ha causado varios problemas con los maestros, afortunadamente la Profe Vicky es super cool.

—Me alegra que lo digas, de hecho, necesito que me ayuden a pasar unas cuantas sillas y mesas al hall principal, así que Damián te espero durante el receso en el salón de profesores.

Las risas no faltan, esta vez le salió el tiro por la culata.

—Y si alguien más está interesado, se aceptan voluntarios —, el silencio es una clara respuesta que nadie quiere acompañar a nuestra oveja negra del salón. —Bien, la siguiente clase les voy a indicar que herramientas deben llevar, gracias por toda su colaboración.

Tú, mi ansiedad©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora